Una jornada decantada a la baja
La crónica de la reunión de ayer tiene un resumen bastante simple: la sesión que nunca debió existir. Todas las características que se habían venido apuntando en razón al comportamiento de los mercados de valores españoles a lo largo de las últimas jornadas tuvieron su respuesta fiel en las reuniones de ayer, donde el papel, sin resultar excesivo prácticamente en ningún caso, desbordaba por completo a una pequeña presencia de órdenes compradoras, dubitativa, que en ningún momento llegó a atreverse a tomar posiciones con unos mínimos condicionamientos de firmeza, lo que a su vez daba lugar a un desmoronamiento casi generalizado en los precios de las acciones que se contrataban.El mayor descalabro del día lo registró el grupo donde se integran las industrias químicas, como consecuencia directa de la pérdida de más de cuatro plintos que registraba la Compañía Española de Petróleos, en la que parecen haber perdido su fe hasta quienes defendían sus posibilidades hace bastantes pocas semanas.
El hecho de que ya hayan comenzado a circular algunas memorias correspondientes al pasado ejercicio de esta sociedad, y el que de alguna forma se apunte que podrá satisfacer su dividendo, no han contribuido en absoluto a calmar los ánimos y los vendedores siguieron actuando con insistencia sobre este valor. La mejora de un punto en Unión Explosivos Río Tinto resultó insuficiente para contrabalancear el efecto negativo de estas pérdidas.
El otro sector donde también las cañas de días anteriores se tornaron en afiladas lanzas fue el de cementos y construcción, donde Dragados dejaba cinco puntos y Aslam la impresionante cifra de siete y medio. Evidentemente, la conjunción de los efectos negativos de estas dos pérdidas ofrecía unas escasas posibilidades de encaje en un mercado prácticamente huérfano de órdenes compradoras.
En lo que se refiere al grupo bancario, la oferta volvió a predominar con una discreta amplitud entre sus componentes. Tan sólo el Santander, con una diferencia positiva en el mercado madrileño de 6.000 acciones, era capaz de llevar algo de ánimo al maltrecho espíritu de los inversores. Las diferencias en el sentido contrario, es decir, las que se decantaban del lado de la mayor presencia de títulos puestos a la venta sin contrapartida compradora, lo encabezaba Banesto con algo menos de 37.000 acciones a la venta. No obstante, esté valor, dando un día más muestras de una presencia de ánimo sorprendente, repetía su cotización anterior cubriendo la mitad de las órdenes de venta acumuladas. Bilbao, Central, Popular y Vizcaya resultaron menos arrojados a la hora de establecer el precíode sus acciones u aceptaban recortes que iban desde los seis puntos del último de los integrantes del club de los siete, hasta los dos enteros que cedía la entidad que preside Alfonso Estamez.
Para las próximas reuniones, los especialistas no se atreven a aventurar criterios excesivamente favorables. Insisten, eso sí, en que las propias condiciones del mercado por la acumulación de recortes que lleva sufridos hace que resulte improbable que se generen pérdidas importantes. No obstante, también coinciden a la hora de reconocer que: las condiciones objetivas del entorno económico nacional son de lo menos favorable para que las bolsas puedan llegar a protagonizar evoluciones positivas que den lugar a situaciones próximas a la euforia.
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