Una carta privada de Fraga
En la pasada campaña electoral tuve una gran sorpresa al encontrar en mi buzón una carta firmada por Fraga y dirigida a mi nombre. Mi asombro fue mayor al ver que en ella se refería a mí, textualmente, como si fuera su amigo. Me parece algo absolutamente improcedente. Tengo derecho a que Fraga no sea mi amigo, porque formó parte de un gobierno dictatorial, porque no me atraen en absoluto los oportunistas, y porque selecciono a mis amistades. Este tipo de campaña debería estar prohibida. /
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