_
_
_
_
ELECCIONES DEL 8 DE MAYOLa candidata del CDS a la alcaldía

La 'niña mimada' de Adolfo Suarez

La candidata del Centro Democrático y Social (CDS), Rosa Posada, tiene asumido que sólo puede ser concejala del Ayuntamiento de Madrid, nunca, al menos por ahora, alcaldesa. "Tengo los pies sobre la tierra", afirma, "y llevo tres meses preparándome, con el equipo de expertos municipales del partido, para desarrollar mi trabajo en cualquier concejalía". Lo que no parece dudar es que el CDS alcanzará el 5% necesario de los votos para estar presente en la Casa de la Villa porque, dice, "los madrileños me conocen muy bién. Por algo me he recorrido la capital y la provincia, palmo a palmo, dos veces".Y es que Rosa Posada ya lleva, con estas elecciones, tres tentativas para obtener la confianza del votante madrileño. En las dos anteriores, las campañas para las legislativas de 1979 y 1982, la candidata al Senado por Madrid fracasó. En su primer envite a las urnas obtuvo 631.328 votos, y en el segundo, el doble de los que consiguió Adolfo Suarez en la lista para el Congreso. Pero, lejos de desanimarla, estas derrotas le impulsan a continuar pues, según dice, siempre se ha tomado la política muy en serio, por algo le ha dedicado una buena parte de su vida. A sus 43 años, Rosa Posada, abogada de profesión, ha sido una diplomática fustrada -"no seguí la carre ra diplomática porque me casé"-; cinco años sus labores; diez meses jefa del gabi nete del presidente Adolfo Suárez, siete meses directora general de Coordinación Administrativa y cuatro meses secretaria de Estado para la Información, hasta el mismo día en que Suárez dejó la presidencia. Rosa Posada, siempre vinculada políticamente a Suárez, fue calificada como la niña mimada del ex presidente.

Más información
Rosa Posada: "El ayuntamiento necesita mejor gestión y mas participación popular

Estos dosúltinios cargos la convirtieron en la primera mujer que entraba en la comisión de subsecretarios y en el Consejo de Ministros, respectivamente, desde los tiempos de Federica Montseny. Tiene cuatro hijos, "que está cuidando mi madre mientras dura la campaña electoral para que no se rompa el equilibrio familar"; está separada del diputado socialista Leopoldo Torres, pero no se ha divorciado por aquello de que "en casa del herrero, cuchillo de palo", dice, riéndose, y comentando que ella es abogada especialista en separaciones y divorcios. "En serio", añade, "nos divorciaremos el día en que mi exinarido quiera casarse, porque yo he tomado la firme decisión de no volver a hacerlo". No le gusta que la distingan por el hecho de ser mujer, y se pone tensa cuando se le pregunta que, entonces, porqué las vallas publicitarias la presentan con un ramo de flores, adorno impensable en Enrique Tierno, Verstrytige, Garrigues o Pastor. "Llevo las flores porque me gusta", corta en tono seco. Y añade, tras una pausa silenciosa: "También llevo un expediente, que simboliza la eficacia, y un grupo de periódicos, que quieren decir que soy una mujer bien informada".

Lo que esta mujer pretende para el Ayuntamiento de Madrid es "administrar mejor y administrar para todos, de manera que podamos mejorar la calidad de vida de los madrileños", y por la concejalía está dispuesta a abandonar la política nacional, el despacho y sus otras ocupaciones, entre ellas la presidencia de una empresa de seguridad, y también la consejería de la compañía Transmediterránea, "aunque esto último te lo digo de broma, porque los socialistas me han echado, supongo que por no tener carné del PSOE".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_