"El comunismo separa y el socialismo integra", señaló el presidente Escuredo en Córdoba

La polémica entre socialistas y Comunistas en la presente campaña electoral ha llegado hasta Andalucía de la mano del presidente del Gobierno autónomo, Rafael Escuredo, que en Córdoba descalificó al PCE al declarar que "el comunismo separa y el socialismo integra", La alcaldía de la capital cordobesa, en poder del PCE, constituye una de las principales preocupaciones del PSOE en esta campaña y hasta allí han viajado ya Enrique Tierno Galván, Rafael Escuredo y José Rodríguez de la Borbolla, entre otros líderes socialistas, esperándose aún la visita de Alfonso Guerra.

Durante una intervención en la red de emisoras de Radiocadena Española en Andalucía, Escuredo afirmó que "Córdoba no es una ciudad comunista y si ahora cambiase do alcalde se integraría mejor en el proyecto de cambio de nuestra comunidad autónoma". Preguntado por qué el actual alcalde, Julio Anguita (PCE), no representa el cambio y sí lo hace Joaquín Martínez Bjorkman, candidato del PSOE, el presidente contestó: "El socialismo se define porque integra más a los ciudadanos. El comunismo separa y nosotros entendemos que el socialismo integra".La respuesta comunista no se ha hecho esperar. Felipe Alcaraz, secretario general del PCA, fue tajante: "El señor Escuredo está perdiendo el norte, y es lógico, porque los andaluces tenemos 10.500 millones de pesetas metidos en los bancos y que no saben cómo emplearlos porque las consejerías no julio tienen preparados los proyectos", aludiendo al retraso en la ejecución del plan de inversiones aprobado por la Junta de Andalucía en diciembre pasado. Alcaraz mostró su sorpresa porque se argumente que el PCE desune, "porque estamos siempre llamando a las puertas de la unidad".

Por su parte, el actual alcalde de Córdoba, Julio Anguita, declaró ayer que estaba decepcionado por el hecho de que su presidente, Rafael Escuredo, haya pretendido hacer un chantaje político a los cordobeses.

El ministro del Interior en Almeña

El ministro del Interior, José Barrionuevo, subrayó ayer en una conferencia de prensa celebrada en Almería la voluntad del Gobierno de participar lo menos posible en la campaña electoral. En relación con su intervención personal en un mitin de apoyo a los socialistas almerienses, afirmó que "quizá habría que pedir disculpas, pero un ministro es también un ser humano y se hace muy dificil no atender al requirimiento de los paisanos". En el acto celebrado ayer en la capital, el ministro del Interior, José Barrionuevo, justificó su intervención al lado del alcalde de Mástoles y de varios diputados de Granada "como una presencia afectiva verdaderamente excepcional, que hemos querido seguir con coherencia dentro de nuestro mensaje de moralidad política" informa Antonio Fernández Gil.

En tal sentido criticó a Fraga, cuya efigie aparece en todas las vallas como si se presentase a alcalde de todos los ayuntamientos, e invitó al público a que buscase el retrato de Felipe en la seguridad de que no iban a encontrarlo. Después de mostrar su satisfacción por ser de Almería, "tierra donde la naturaleza lo niega todo y cuyos políticos han sido unos depredadores", José Barrionuevo criticó duramente a la oposición de derecha y calificó de imparcial la intervención de la Guardia Civil en los incidentes de Adra con motivo de la firma de un convenio de pesca. "La derecha", añadió, "considera los incidentes gravísimos porque está acostumbrada a que la Guardia Civil esté siempre de parte de los empresarios".

El ministro negó que hubiera pagado un alto precio para desconvocar la huelga del sindicato de policías: "Yo no he sido el que la ha desconvocado, sino que a la emotividad de los primeros días ha sucedido la racionalidad. En todo caso, yo sólo cumplo aquello que, como ministro, prometo".