Hormaechea realiza numerosas inauguraciones en su campaña

VÍCTOR GIJÓN, La batalla por la alcaldía de Santander, para lo que sólo cuentan, según todos los sondeos, el candidato de la coalición de la derecha, Juan Hormaechea, que opta a la reelección, y el socialista Santiago Pérez Obregón, está siendo planteada por el primero en términos de realizaciones, con un interminable rosario de inauguraciones y acciones espectaculares.

Quizá la menos esperada y, sin duda, la que mayor controversia producirá es la reposición de la estatua del general Franco en la plaza del Ayuntamiento, para lo cual se realizan las obras de acondicionamiento a marchas forzadas. En opinión del candidato socialista, Pérez Obregón, "se están levantando losas para poner otras, eso es todo; pienso que, frente a esas obras espectáculo, están las obras necesarias, que son las que no se están haciendo", y sus colaboradores van más allá, al afirmar, en respuesta a las críticas en tomo a la bancarrota de la alcaldía -estimada oficialmente en más de 1.400 millones de pesetas, y por la oposición en 2.000-, que "no habrá problemas para pagar las deudas, porque no era necesario realizar ninguna obra de importancia, pues ya está todo hecho".

A ritmo de dos inauguraciones por día, Juan Hormaechea practica la política de un estado de obras a nivel municipal: boleras, estacionamientos, plazas, aceras, fincas -algunas de ellas con contenciosos legales pendientes en su adquisición- y hasta un semáforo han sido escenario de actos electorales. "Son obras celofán, son envolturas bonitas, pero que no tienen nada dentro, y mientras tanto", precisa el aspirante a la alcaldía por el PSOE, "de las obras puntales en los barrios, nada de nada".