El Consejo de Deportes exigirá rigor y sacrificios económicos

El secretario de Estado para el Deporte, Romà Cuyàs, aseguró ayer que con "el dinero público no se van a pagar sueldos como los que en algún caso se enumeran" y perciben altos cargos y empleados de federaciones deportivas señalados en la edición de ayer de este diario. Romà Cuyàs añadió que a los españoles se les pide sacrificios a causa de la crisis en que está inmerso el país y él exigirá también "rigor y sacrificios en el deporte".

El secretario de Estado para el Deporte ejercerá en adelante un control indirecto sobre las estructuras federativas a través de las subvenciones a las distintas especialidades deportivas. El Consejo Superior de Deportes exigirá este año, a las federaciones, garantías sobre el uso del dinero público con que se les subvencione. Si esas garantías se aportan, se cuantificará la subvención; en caso contrario, se podría rebajar e incluso suspender la mencionada subvención estatal a la federación de que se trate.La subvención, dijo Romà Cuyàs, "indica un mandato de actividad que a nuestro juicio hay que dirigir hacia la promoción del deporte y no hacia gastos generales o para pagar sueldos superiores a los, que existen en la administración pública o superiores a los que rigen dentro de las mismas categorías laborales en la empresa privada". Cuyàs aseguró que en los próximos Presupuestos Generales del Estado, las partidas destinadas al Deporte no serán superiores a las del pasado ejercicio, aunque tampoco bajarán en valor global.

El pasado año las subvenciones al deporte alcanzaron la suma de 3.800 millones de pesetas. El CSD, por otra parte, partirá el próximo año del presupuesto base cero para adjudicar las distintas subvenciones.

En el informe publicado ayer por este diario se especificaba que el secretario general de una Federación Española de Fútbol, Agustín Domínguez, cobra más que el presideente del Gobierno español y se detallaban otros empleos adscritos a federaciones con emolumentos próximos a los que reciben los ministros u otros altos cargos de la Administración Pública.

La reacción del secretario de Estado para el Deporte, tras la publicación en EL PAÍS de esos datos, se centró en que "el deporte no puede ser una parcela privilegiada en el contexto de un país que atraviesa una grave crisis económica".

Los criterios para las subvenciones del presente año y sucesivos ejercicios, contemplan también la posibilidad de que en algunos casos el CSD pueda rebajar, e incluso negar, las partidas. Las palabras de Romà Cuyàs al respecto son tajantes: "no toda federación tendrá derecho a percibir subvención".

En el programa de trabajo del actual secretario de Estado para el Deporte también se prevé que en segundo semestre del presente año se deslinde la cualificación del deporte aficionado y deporte profesional y se regule su práctica.

Al respecto, y ante la posibilidad de que los clubes de fútbol decidieran negar su colaboración en las quinielas, las fuentes de ingreso más importantes con que cuenta el deporte en España, Romà Cuyàs aseguró que "es propósito del Gobierno que el deporte no depende de las quinielas" y recordó que solo el Estado tiene capacidad para crear o permitir juegos de azar y que las quinielas, que nacieron de una iniciativa privada, lo hicieron "como recurso benéfico".

Por otra parte el ministro de Cultura, Javier Solana, a propuesta del Consejo Superior de Deportes, ha concedido el ingreso en la Re al Orden del Mérito Deportivo, con categoría de medalla de oro, al jugador de golf Severiano Ballesteros, quien conquistó la pasada semana, por segunda vez en su carrera, el trofeo Masters de Ausgusta.