La obra de Dreyer

Para ilustrar un debate sobre la propiedad intelectual, el caso de Carl T. Dreyer no es el más escandaloso estadísticamente. Cineastas como Eric von Stroheim, por ejemplo, pasaron por un calvario más cruento. Desde Gloria Swanson que decidió terminar por su cuenta un filme iniciado conjuntamente -La reina Kelly- hasta Irvin Thalberg, que le persiguió por más de un estudio acortando los metrajes lujuriantes del cineasta, amargaron a Stroheim.Carl T. Dreyer apenas cuenta el caso de su filme Mikaël, cuyo productor modificó sin su conocimiento el último rollo de la película, triste pero lógico, agregando un artificioso final de rosas para no molestar al respetable que prefiere la sacarina al vinagre.

Jean Mitry explica en su historia del cine mudo que tras, destruirse el negativo de La pasión de Juana de Arco, a raíz de un incendio en los laboratorios Billancourt en el año 1952, se hizo una versión sonora sin respetar la cadencia original al pasar a 24 imágenes, añadiendo subtítulos impresos sobre fondos de vitrales góticos (que insultaban la desnudez arquitectónica de las escenas) y amenizando el conjunto con suntuosas sonoridades de Vivaldi, Bach y Albinoni que no tenían vela en aquel entierro.

Cine singular, estética propia

La clave no proyecta ninguna película de Dreyer sino un documental de Eric Frohn Nielsen que contiene secuencias poco conocidas del cineasta y una compleja tesis sobre el fundamento edípico de su cine. La película se proyectó en la última Semana de Cine de Barcelona. El cine de Dreyer es uno de los más singulares de la historia. Filmes como Ordet (tragedia teológica sin la menor concesión al espanto, según Bazin) o Dies Irae o Gertrud o Vampyr son rarezas singulares que no encuentran ni el común denominador de una estética autoral.

Puestos a generalizar sobre el cine de Dreyer se podría citar la intolerancia, o más precisamente la indulgencia, como uno de sus temas más frecuentemente tratados (el cineasta danés admiraba, por otra parte, el filme de Griffith), y la sabia utilización de la sinécdoque, la parte por el todo, en un proceso que él denominaba de purificación y que, por ejemplo, en La pasión de Juana de Arco consiste en un tratamiento sistemático del primer plano.

El cine de Dreyer se emite a las 20.30 horas por la segunda cadena.