El debutante 'Corbiere' venció en el Grand National

Corbiere un caballo inglés de ocho años de edad, ganó ayer en el hipódromo de Aintree, en Liverpool, el Grand National, la carrera de obstáculos más famosa del mundo por la dificultad de su recorrido. Sólo 10 ejemplares de los 41 que tomaron la salida lograron terminar. El ganador, que se cotizó en las apuestas 12 a 1, pertenece a la preparación de Jenny Pitman, que es la primera mujer entrenadora de un caballo ganador en el Grand National. Los aficionados se gastaron en apuestas unos 6.000 millones de pesetas

La victoria de Corbiere en el Grand National de este año no se esperaba, ya que era la primera vez que participaba en una prueba en Aintree. A pesar de ello, era el cuarto favorito en las apuestas, ya que su reciente triunfo en el Grand National de Gales le convirtió en uno de los mejores saltadores de Gran Bretaña. El triunfo de Corbiere se debe en gran parte a la excelente monta del yoquei inglés Ben De Haun, de 23 años, que supo llevar muy arropado a su caballo durante el duro recorrido. Corbiere galopó siempre por los palos y en las primeras posiciones del pelotón, lo que le libró de tropezarse con los numerosos caballos sueltos que corrían por la pista.Esta era la primera vez que Ben de Haun participaba en la prueba. Es el segundo yoquei de la preparación de Fred Winter, antiguo jinete que ganó dos veces la carrera y que entrena en la actualidad a los caballos del duque de Alburquerque en Inglaterra. Pero junto con Ben de Haun, la gran protagonista de la carrera fue Jeny Pitman, que no pudo disimular su satisfacción después de la carrera cuando respondió a las preguntas de los periodistas. "Es un sueño. No creo que sea verdad. Pensé que mi caballo ni iba a aguantar. Le vi muy cansado, pero al final lo logró". Miss Pitman está considerada como la mejor entrenadora de obstáculos del país. En el Grand National corrieron dos caballos suyos además del ganador, que no lograron terminar el recorrido.

Con esta victoria en el Grand National, Corbiere ganó para su propietario, el más joven de la carrera, Brian Burrough, de 22 años de edad, la cantidad de 10 millones de pesetas con que estaba dotada la primera plaza. Tres cuartos de cuerpo separó a Corbiere de su inmediato seguidor en la meta, el irlandés Greasepaint, que montó el mejor yoquei amateur de Irlanda, Collin Magnier.

Greasepaint se pagó en las apuestas 14 a 1. Esta colocación y la obtenida por Yerman rompieron la mala racha de los caballos irlandeses, que no tuvieron suerte en las últimas ediciones de la prueba, considerada por todos como destinada a especialistas ingleses. Yerman es uno de los saltadores más seguros de Gran Bretaña, ya que en las 21 carreras anteriores en las que tomó parte, tan solo cayó en una. Este caballo se cotizó en las apuetas nada menos que 80 a 1.

Grittar, el gran favorito de la prueba, que se pagaba en las apuestas 6 a 1, ocupó la quinta posición en la línea de meta, después de marchar en los primeros puestos del pelotón. Grittar acusó mucho en los últimos metros el esfuerzo realizado, lo que hace suponer que su estado de forma no era muy bueno, probablemente porque este año no participó en cacerías de zorros en las que en otras ocasiones se entrenó para el Grand National. No terminó la amazona Geraldine Ress, que el año pasado fue la primera mujer que logró acabar el Grand National. Geraldine quedó desmontada en la primera valla del recorrido.

Las anécdotas de Aintree

La carrera fue ofrecida a través de televisión a casi todo el mundo. En la retransmisión que efectuó la BBC se emitió antes de la prueba unas declaraciones del príncipe Carlos de Inglaterra que hizo un llamamiento desde Australia, en favor de la continuidad del Grand National. El príncipe dijo que este premio es una de las grandes tradiciones del país y que, por tanto, no debe desparecer. Con esta intervención, la familia real inglesa, a través de uno de sus miembros, apoya la campaña organizada por el Jockei Club para recaudar los 800 millones de pesetas que hacen falta para comprar Aintree a su actual propietario, que quiere levantar una gran urbanización en los mismos terrenos.

El Grand National de Aintree está lleno de anécdotas de buena y mala suerte que han contribuido a rodear la carrera de una gran leyenda. Uno de los casos más insólitos se produjo en 1948 cuando la yegua Zahia, destacada después del último salto, perdió la carrera porque su jinete se equivocó en el recorrido.

Quizá el caso más curioso de todos sea el protagonizado por Moiffá en 1904. Este caballo viajó de Nueva Zelanda a Inglaterra en un barco que naufragó a la vista de las costas inglesas. Sin arredrarse por el percance, Moiffá se lanzó al agua y llegó a nado hasta la playa. Moiffá un mes después triunfo en la pista de Aintree.

Los accidentes fatales entre los caballos son frecuentes. Tanto es así que en numerosas ocasiones la poderosa Sociedad Británica Contra Los Deportes Crueles, ha intentado la suspensión de la carrera, pero el gran arraigo popular de la prueba lo ha hecho imposible. El jinete que más valor demostró en las últimas edicciones del Gran National fue Bob Champion que ganó la carrera montando a Aldaniti nada más salir de una clínica en la que permaneció varios meses después de que los médicos le diagnosticasen cáncer.

Ayer se cerró otro capítulo de la pequeña historia de Aintree con el propietario y la entrenadora de Corbiere. El es el más joven del club de propietarios-ganadores del Gran National, ella es la primera mujer vencedora.