Las obras clásicas de la novela picaresca, en un serial de seis episodios de irregular calidad

Televisión Española comienza a emitir hoy el primero de los seis episodios de la serie Las pícaras, adaptaciones de obras clásicas de la literatura picaresca española producidas con cargo a los 1.300 millones de pesetas invertidos en contratos con la industria nacional del cine. A juzgar por algunos comentarios de directivos de TVE y por el episodio mostrado a la Prensa, La pícara Justina, no se trata, desde luego, de la mejor aportación del cine español a la pequeña pantalla, a pesar de su reparto artístico y técnico. La serie costó a TVE 152 millones de pesetas.

La pícara Justina, basada en la obra homónima (1605) atribuida a Francisco López de Úbeda, dirigida por José María Gutiérrez -autor de Arriba Hazaña, su mejor película, y también de la mediocre Pantaleón y las visitadoras, a la que se suma el oportunismo zafio de Los autonómicos- e interpretada por Ana Obregón en el papel de Justina y Patxi Andión en el de Obispo, es modelo de pésima adpatación y peor dirección de actores. Tampoco el productor desplegó aquí todos los posibles recursos económicos -cuatro semovientes y figurantes, por resumir- que desdicen del mayor empeño de producción mostrado por José María Forqué en Ramón y Cajal, por Antonio Cuevas en Juanita la larga y por Arte 7 en Los gozos y las sombras, si se consideran las series que, TVE ha emitido hasta la fecha.Adaptaciones literarias como La pícara Justina -el único episodio que TVE mostró a la Prensa y que se emitirá, al parecer, dentro de un mes- sólo pueden provocar dos comentarios críticos en el espectador: que los de la industria del cine no han podido, una vez más, con la novela original o, todavía más grave, que de la lectura de la misma el lector no obtendrá provecho alguno. Ese es el tributo que pueden pagar los escritores, clásicos o no, que someten sus obras al trivial escenario de la televisión, aunque parece demostrado que los editores incrementan las ventas cuando TVE traduce la literatura a serial y telefilme.

No sirve de consuelo la primera andanada que Cervantes propinó a su autor en Viaje del Parnaso: "Haldeando venía y trasudando el autor de La pícara Justina" porque, en tal caso, el director y productor de ésta versión para TVE merecen también el serio correctivo que formuló Menéndez y Pelayo al respecto: "El que escribió La pícara Justina era hombre de poca inventiva, de perverso gusto y de ningún juicio". Si bien le reconoce, a continuación, "un caudal riquísimo de dicción picaresca y una, extraña originalidad de estilo", que, por supuesto, ni Frade ni Gutiérrez han sabido llevar al cine.

Sólo cabe esperar que sean mejores los cinco restantes productos, aunque en TVE se asegura que La lozana andaluza, adaptación de la obra de Francisco Delicado por Chumy Chúmez e interpretada por Norma Duval y Mario Pardo, es todavía más decepcionante que La pícara Justina.

La tía fingida, adaptación de la novela de Miguel de Cervantes, dirigida por Antonio del Real e interpretada por Lola Forner y Emilio Gutiérrez Caba, abre hoy este ciclo protagonizado por personajes femeninos de la novela picaresca, del que cabe esperar, tanto por el reparto técnico y artístico como por su extracción literaria, algo digno que legitime al menos parte de esas casi cuatro horas diarias que los españoles consumimos en televisión.

Seguirán en semanas sucesivas, además de las mencionadas, La garduña de Sevilla, adaptación de la obra de Castillo Solorzano, dirigida por Francisco Lara Polop e interpretada por Amparo Muñoz y Fernando Fernán Gómez; La viuda valenciana, de Lope de Vega,.dirígída por Francisco Regueiro e interpretada por Cristina Marsillach y Alfredo Mañas, y La hija de la Celestina, de Salas Barbadillo, dírigida por Angelino Fons, con Victoria Vera y Máximo Valverde.