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Primera emisión de bonos de tesorería lanzada en España por una caja de ahorros

Xavier Vidal-Folch

La Caixa es la primera caja de ahorros que lanza al mercado una emisión de bonos de tesorería, por un importe global de 15.000 millones de pesetas. Hasta el momento, los bonos de tesorería o de caja, convertibles en acciones o no, venían siendo tradicionalmente emitidos por los bancos, primordialmente industriales, menudeando su lanzamiento al mercado pocas semanas antes de acabarse el año fiscal, para dar oportunidades al inversor interesado en desgravar su declaración de renta. El plazo de la emisión de La Caixa se abrió ayer y concluirá el día 30 de este mes.

El objetivo de la instrumentación de este activo financiero, además de diversificar los instrumentos de captación de pasivo de esta entidad, consiste en la progresiva sustitución de las fiscalmente polémicas pensiones temporales inmediatas y promete ser un hermano menor de las cédulas hipotecarías. Éstas han recibido ya un baño de popularidad entre el público. De ellas, la primera institución del ahorro catalán y español ha colocado en diez meses 60.000 millones de pesetas.En realidad, la emisión abierta ayer se compone de dos: una, de 10.000 millones de pesetas, llamada de cupón cero y otra, de 5.000 millones, de cupón total. La primera equivale prácticamente, para el inversor, a una emisión de cédulas hipotecarias, con una rentabilidad del 8,86% (interés compuesto) y del 12,82%, contando la desgravación fiscal. Se amortiza al final de un período de cuatro años. En lugar de abonarse intereses a lo largo de este período, la entidad emisora abona unas primas de amortización (del 18,51% en el segundo año; del 29,01% en el tercero y del 40,45% en el cuarto), por lo que el bonista obtiene plusvalías, sí bien podrá acogerse a los beneficios de la desgravación fiscal. La Bolsa ha aprobado ya la consideración de estos valores como títulos calificados.

A modo de pensiones

Más interesante que esta emisión de cupón cero, noticiable simplemente porque se trata de la primera realizada por una caja, es la de cupón total, pues se trata de una novedad respecto al conjunto del sistema financiero. Lo más característico de la misma es que su amortización se realiza mensualmente, con un interés simple anual del 11,4% y compuesto del 12,01 %, asimismo con desgravación fiscal. La colócación corre a cargo directamente de la entidad emisora, prescindiéndose de otros intermediarios financieros.

Con estas especificaciones, los bonos de tesorería de cupón total actuarán de hecho a modo de pensiones abonadas mensualmente, idóneas para aquel tipo de impositores que, como los jubilados o pensionistas de la Seguridad Social, busquen un complemento a sus pensiones oficiales. Dicho segmento de clientela se canalizó anteriormente sobre todo a través de las pensiones temporales inmediatas.

La importancia de las pensiones inmediatas en el pasivo total de La Caixa fue grande en los últimos ejercicios. En el de 1982, su aumento (de 46.000 millones de pesetas) alcanzó casi la tercera parte del incremento total de los recursos de acreedores (131.971 millones), pero su discutible incidencia fiscal, punto sobre el que se desaté una polémica con la competencia y que aún no ha sido resuelta administrativamente, aconsejó a los directivos de La Caixa encontrar fórmulas de sustitución. Las cédulas hipotecarias, primero, y ahora los bonos de cupón total han venido a cubrir ese hueco, con la única desventaja relativa para Pensiones de que dicho instrumento está claramente al alcance de las cajas de la competencia.

La emisión lanzada ayer supone la culminación de un esfuerzo diversificador en los productos financieros ofrecidos por la primera caja de ahorros a sus depositantes y una adaptación a la nueva de competencia.

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