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Felipe González se entrevistará con el canciller alemán, Kohl, el 3 de mayo en Bonn

El presidente del Gobierno, Felipe González, visitará la República Federal de Alemania (RFA) a partir del próximo 3 de mayo, en su primer viaje como jefe del Ejecutivo español a un país europeo. Fuentes alemanas y españolas confirmaron a EL PAIS que la fecha definitiva fue decidida el pasado fin de semana, una vez que en la Moncloa quedaron superadas las impaciencias del equipo de gobierno, que ha intentado situar dicha visita lo más pronto posible dentro del calendario de trabajo del nuevo canciller, Helmut Kohl.

El encuentro González-Kohl, un mes antes de que la República Federal de Alemania abandone la presidencia del Consejo de Ministros del Mercado Común y de que se celebre la cumbre comunitaria en Stutgart, se considera de vital importancia para las perspectivas negociadoras españolas, que espera conseguir para entonces que se despejen las incógnitas sobre períodos de transición, para la acomodación de los productos agrícolas e industriales, y del calendario definitivo para la integración.Durante el semestre siguiente, la presidencia europea estará en manos de Grecia, que tiene sus propios problemas de renegociación, al no estar de acuerdo el Gobierno de Papandreu con los términos de su entrada en la Comunidad, y que tratará de defender prioritariamente sus objetivos. También es posible que otro de los miembros, Gran Bretaña, entre en período electoral. Todo esto contribuiría a un nuevo retraso en el tratamiento de los temas de la ampliación a España y Portugal.

El presidente del Gobierno realizará el lunes y martes próximos su primera salida oficial al exterior, con un viaje a Marruecos.

Estrategia dura

La victoria electoral en Alemania del cristianodemócrata Helmut Kohl no ha supuesto ningún cambio en el apoyo incondicional de ese país al ingreso de España en la CEE, pero en medios comunitarios se piensa que una cosa es el apoyo político que Gobiernos como los de Bonn, Roma o Londres puedan ofrecer a Madrid sin reservas, y otra, la estrategia que los negociadores españoles deben seguir en sus reuniones con la burocracia de Bruselas.En estos sectores se califica de excesivamente dura e inflexible, la posición de Manuel Marín y su equipo de la Secretaría de Estado para las Relaciones con las Comunidades en los contactos que se vienen manteniendo desde enero con los funcionarios de la CEE, que son los que en definitiva preparan los documentos y los informes que luego los ministros o los jefes de Gobierno de los nueve estudian y aprueban.

Un indicativo importante de lo que pueda ser el resultado, en temas de Mercado Común, de la visita de Felipe González a Bonn, se conocerá pocos días antes si la Comisión cumple con el calendario interno fijado por ella misma para empezar a negociar el tema agrícola. Ese calendario fija la fecha del 27 de abril, en que la Comisión deberá presentar al Consejo de Ministros de la CEE un documento negociador respecto a España, que sería un documento omnicomprensivo, donde entrarían todos los capítulos horizontales y verticales de la negociación.

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Según declaró hace unos días Manuel Marín, lo más preocupante sería que ese documento no saliera. "Es preferible que salga aunque sea duro, porque el agujero está hecho y luego se trata de negociar con esa hipotética dureza, y poco a poco controlarla. Lo peor que podría pasarnos es que ese documento no se presente al Consejo de Ministros", dijo Manuel Marín.

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