La expropiación de una gran empresa por el Estado puede estar justificada
"En ciertas circunstancias, y con carácter temporal", la expropiación de un a gran empresa "puede estar justificada con el fin de evitar su derrumbamiento y con la intención de devolverla a la economía privada", ha manifestado en Madrid el premio Nobel de Economía (1974) Friedrich Hayek, defensor acérrimo del liberalismo económico y uno de los principales adversarios de las teorías de Keynes. Hayek, un anciano de origen vienés y nacionalidad británica, participa en un ciclo de conferencias sobre Tácticas de liberalización, organizado por el Instituto de Economía de Mercado. El ciclo se propone defender el modelo económico liberal frente a los "esquemas intervencionistas presentes en el modelo socialista".
A sus 84 años, Hayek se "refuerza" tomando un whisky en la habitación de su hotel, mientras lee el borrador de su próximo libro, The fatal conceit (La presunción fatal), en el que se aborda la ilusión de imaginar que somos más listos de lo que realmente somos", una idea que ha "servido de fuente al socialismo", señala.Feroz partidario del libre funcionamiento del mércado, Hayek está en contra "por principio" de la expropiación concebida como "medida duradera, pero admite poder imaginar que una medida de este tipo este justificada "en casos individuales". En el caso de Rumasa, "que tanta expectación ha causado", Hayek afirma no saber lo que significa verdaderamente esta medida de socialización".." Dudo", señala, que el Estado pueda evita con una decisión de este tipo la pérdida de puestos de trabajo, ya que, a largo plazo, agrava el problema manteniendo negocios no rentables en funcionamiento, de tal forma que al final resulta aún más gente aféctada".
Friedrich Hayek se muestra precavido sobre la situación económica española. "Sé demasiado poco sobre ello, pero puedo decir que, comparativamente y desde la última vez que estuve aquí hace cuatro años, Madrid me da la impresión de que el bienestar ha crecido mucho. Sobre el futuro, no me atrevo a decir nada. Estoy un poco intranquilo por la existencia de un Gobierno socialista, pero aquí he de decir que ignoro en qué medida es socialista este Gobierno". Tampoco sabe Hayek si sus ideas están bien representadas en España ni qué políticos encarnan mejor las teorías liberales que él ha defendido. "Con mi edad y con el trabajo filosófico que me ocupa, no puedo seguir detalladamente los acontecimientos políticos de los países individuales".
El profesor Hayek se muestra satisfecho de su influencia en políticos conservadores como Ronald Reagan, Margaret Thatcher o Franz-Joseph Strauss. Lamenta, con todo, que éstos no puedan siempre imponer sus opiniones ante sus respectivos gobiernos. El resultado de las elecciones en la República Federal de Alemania es otro motivo de satisfacción para Hayek, que "hubiera querido una mayoría absoluta de la CDU/CSU (demócratacristianos)",. "De todas maneras", agrega, "amigos mejor informados me dijeron que dentro de la CDU había una tendencia semisocialista mucho más izquierdista que los liberales, por lo que los resultados obtenidos por estos tal vez impidan que el gobierno de Kohl tenga que hacer concesiones a la izquierda".
Los verdes son, sin embargo, criticados por Hayek, que considera "ingenuos" y "superficiales" su visión sobre la limitación de los recursos naturales. "Después de haber talado el 60% de los bosques de Europa durante 2.000 años, no podemos ahora de repente dejar de talar porque a los verdes no les gusta. Estar en condiciones de alimentar a una población cada vez más elevada exige ciertos sacrificios en la naturaleza. En cierto sentido, la protesta dellos jóvenes que ya no es satisfecha por el socialismo, se desplaza ahora hacia los verdes, pero ahí se encuentra con menos comprensión y perspectiva".
Hayek lamenta la creciente in tervención del Estado generada por la crisis y también el monopolio de éste sobre la emisión de moneda. "Si se prohibiera totalmente la intervención del Estado, se impedirían tal vez cosas útiles, pero se evitarían muchas más cosa perjudiciales. El papel del Estado en tiempos de crisis debe ser, por una parte, crear un sistema legal de normas y prover aquellas cosas que el mercado no puede proporcionar. Cuando digo,que el Estado no debe inmiscuirse en el mercado, me refiero a que el mercado dispone en su ámbito de acción de mejor información de la que jamás podrá obtener el Estado".
Hayek defiende la "espontaneidad" del sistema económico y la existencia del sistema de precios como "mecanismo de información del mercado, no reemplazable por ningún cerebro.".
El desempleo surge de una política errónea
El desempleo es, para Hayek, consecuencia de la política intervencionista del Estado y de la inflación. "A corto plazo, la inflación crea nuevos empleos, que sólo se pueden mantener posteriormente a costa de un aumento de la misma. Teniendo en cuenta que ya llevamos un cuarto de siglo de inflación , el número de puestos de trabajo que dependen de ella es mostruosamente grande. Como la inflación no puede continuar ilimitadamente, al alcanzar cierta velocidad, la economía se colapsa. Todo lo que vivimos ahora es una consecuencia de una política estatal errónea, sobre todo de lamonetaria. Casi diría que la principal responsabilidad de lo que sucede reside en las teorías keynesianas de la ocupación, ya que una creencia falsa sobre cómo crear pleno empleo ha hecho que tengamos más paro que antes"."A corto plazo puede hacerse ,muy poco para reducir el paro" dice Hayek. "Podemos, sin embar go, paralizar la inflación lo más ra pidamente posible. En el próximo futuro se alcanzará un retorno al pleno empleo, pero momentaneamente no tenemos más opción que parar la inflación. Esto se puede hacer de forma rápida, lo que significa, tal vez, un 20% de paro durante un plazo de seis meses, o más despacio, lo que suponeun 10% de paro durante tres años. El primer método es viable políticamente, el segundo, no, porque crearía una gran oposición."
La caída de los precios del petróleo influirá positivamente en las economías occidentales, señala Hayek, quien advierte de posibles "graves repercusiones financieras" derivadas de la desaparición de las fuentes de ingreso de los países petroleros". El endeudamiento del Tercer Mundo es , según Hayek, "un error ya cometido". "Al igual que quiebra una empresa, estos países también quebrarán, con lo que surge el peligro de una crisis bancaria internacional. Espero, solo, que no se acuda a la cómoda tentacion de salir de la crisis recurriendo a una creciente inflación. Este es, a mi juicio, el mayor peligro".
Si Keynes viviera hoy en dia, "sería un liberal", opina Hayek, quien para el centenario de aquel economista prepara un artículo, según el cual, "Keynes tal vez sería hoy un enemigo de sus propias teorías". Hayek sostiene que los alumnos de Keynes utilizaron sus teorías "para hacer propaganda".
Hayek construye "una teoría filosofica" según la cual solo los grupos que han reconocido la propiedad privada y la familia han prosperado. En este sentido, Hayek que estudió psicología, critica duramente a su paisano Sigmund Freud, culpable, según él, de atentar contra la báse misma de la moral y la cultura, al enseñar al hombre a liberarse de sus represiones.
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