Radio 80, dispuesta a poner en marcha la televisión privada en 1985

La televisión privada será una realidad en España en 1985-1986 gracias a las emisiones vía satélite, según manifestaron en Londres Luis Angel de la Viuda y Fernando Pardo, de la sociedad propietaria de Radio 80. De la Viuda afirmó que estaban en negociaciones con otras tres sociedades de tres países distintos para comprar un satélite, montar unos estudios conjuntos fuera de España e iniciar las emisiones en 1986, "quiera o no quiera el Gobierno", precisó Pardo.La idea parte del acuerdo adoptado en 1977, en Ginebra, por el que todos los Estados europeos disponen de cinco frecuencias para transmitir vía un nuevo tipo de satélite denominado directo. La captación de las emisiones de este tipo de satélites no exige una red terrena de antenas (sobre las que el Gobierno de un país tiene control), sino que puede realizarse directamente en cada edificio mediante un simple instrumento denominado popularmente paellera (una antena de noventa centímetros de diámetro). Según Fernando Pardo, el control o la interferencia de estas emisiones es prácticamente imposible.

El Gobierno español podría, si quisiera, facilitar una de estas frecuencias para la televisión privada, pero si se reserva las cinco, siempre queda la posibilidad de comprar una frecuencia a algún país que no esté interesado en explotar Ias suyas, como podría ser el caso de Luxemburgo o de Liechénstein. Comprar y lanzar un satélite privado puede costar, según Fernando Pardo, cien millones de dólares. Este sería el objetivo final de las cuatro sociedades (española, alemana, francesa y británica) que han iniciado conversaciones en Londres. Dado que las compañías norteamericanas que fabrican y lanzan satélites privados tardan unos treinta meses en satisfacer los pedidos, el grupo débería llegar inmediatamente a un acuerdo si quiere iniciar sus emisiones a finales de 1985 o principios de 1986.

Inversión de 600 millones

Según De la Viuda y Pardo, la inversión de la empresa propietaria de Radio 80 sería de unos seiscientos millones de pesetas. Los estudios de estas cuatro cadenas privadas de televisión (una de las cuales sería española) estarían en el país que vende la frecuencia, y se realizarían producciones conjuntas. El único inconveniente, según admitieron los promotores de esta idea, es que la cadena privada no podría competir nunca con las nacionales en cuanto se refiere a informativos, ya que para emitir imagen de algo sucedido en España tendría que enviarla primero enlatada al estudio en Luxemburgo o en Litchestein.Otro problema es el riesgo que asumiría Radio 80, porque puede darse el caso de que invierta en este proyecto conjunto una gran cantidad de dinero y se encuentre después con que el Gobierno español cede gratuitamente, o en Mejores condiciones, una de sus propias frecuencias. "Es un riesgo que hay que correr", admitió Luis Angel de la Viuda, para quien, en cualquier caso, una iniciativa de este tipo "tiraría del Gobierno".