1.500 personas piden en Bayona la libertad del 'etarra' José Iturbe 'Txomin'

Más de 1.500 personas se manifestaron ayer tarde por las calles de Bayona, reclamando la puesta en libertad de Domingo Iturbe Abasolo Txomin, uno de los máximos dirigentes de ETA Militar, que permanece encarcelado en esa misma ciudad desde el 12 de junio del pasado año. Por otra parte, de los cinco detenidos de ETA Político-militar detenidos en estos últimos días, uno de ellos, José Miguel Arrugaeta, ha pasado a prisión, en tanto que los otros cuatro han sido puestos en libertad.La policía francesa estableció ya desde la mañana una operación filtro en la frontera dirigida a identificar a los ciudadanos españoles que se disponían a pentraran en suelo francés. Una autobús alquilado expresamente para la ocasión por las gestora pro amnistía de Euskadi fue interceptado y obligado a regresar por los aduaneros franceses, que se mostraron extraordinariamente meticulosos a la hora de gestionar las diligencias propias del pase de fronteras.

Con gritos de "Txomin askatu" ("Txomin Libre"), "independencia", Gora ETA Militarra" y "errefuxiatuek euskadin bizi behar dute" ("los refugiados tienen que vivir en Euskadi"), los manifestantes iniciaron la marcha pasadas las 16 horas desde la plaza de Saint André para, a continuación, recorrer las calles céntricas de la ciudad en dirección a la prisión en la que permanece el dirigente de ETA Militar.

Decenas de policías de las CRS (Compañías Republicanas de Seguridad), protegidos con cascos y escudos, interceptaron a los manifestantes en las inmediaciones de la cárcel, mientras arreciaban los gritos de "Txomin askatu" y "gora ETA Militarra".

Tras permanecer treinta minutos ante la prisión, los manifestantes volvieron sobre sus pasos, una vez un manifestante de los Comités de Apoyo a refugiados, organismo que convocaba la marcha, leyera un escrito denunciando la actitud de la justicia francesa sobre los refugiados vascos. Puño en alto, los presentes entonaron el Eusko gudariak gera (Himno del soldado vasco) y a continuación se dirigieron hacia la parte vieja de Bayona en cuyos accesos la policía francesa había instalado ya fuertes controles de identificación. Ante la presencia de los CRS, los manifestantes optaron esta vez por disolverse en grupos, sin que se produjeran incidentes.