Muere una mujer al aprisionarle la cabeza un ascensor antiguo
Alicia Rubí, de 36 años, casada y madre de un hijo, resultó muerta el martes por la tarde al aprisionarle la cabeza un ascensor. La mujer, que iba a un salón de belleza situado en la calle Príncipe de Vergara, número 10, entró en el portal, llamó al ascensor y en ese momento se le cayeron las gafas en el hueco del elevador. Subió un par de peldaños de la escalera para poder asomarse por encima de la valla metálica protectora y mirar donde se encontraban sus lentes, sin darse cuenta de que el ascensor bajaba a la primera planta. El elevador le aprisionó el cuello y la cabeza contra el protector y murió casi en el acto.Alicia Rubí había llegado hasta el salón de belleza para recibir una sesión de bronceado, acompañada por su marido, Ignacio Ochoa, licenciado en Ciencias Físicas. Al llegar a la puerta del inmueble la mujer bajó del coche y entró sola en el portal del inmueble mientras su marido aparcaba el vehículo.
Alonso volvió al portal, donde encontró a su mujer con la cabeza aprisionada entre la caja del ascensor y una de las verjas protectoras laterales. Inmeditamente avisó al 091 y una de las dotaciones de la policía se presentó en el lugar. Los policías lograron sacar a la víctima de donde estaba encajada, mediante una cizalla que utilizaron para cortar la rejilla y separar el elevador.
La mujer fue trasladada urgentemente al sanatorio Nuestra Señora del Rosario, donde los médicos de guardia sólo pudieron certificar su defunción.
Imprudencia de la víctima
Según algunos vecinos del inmueble que estuvieron presentes mientras la policía intentaba sacar a la víctima del lugar donde estaba atrapada, algunos funcionarios comentaron que el accidente se había debido a una imprudencia de la mujer y que el ascensor reúne, al parecer, las medidas de seguridad requeridas por la ley.
Los responsables de la delegación provincial del Ministerio de Industria no quisieron realizar ningún tipo de declaraciones sobre si algún inspector se había desplazado al lugar del suceso para verificar el ascensor y comprobar si dispone de los medios de seguridad necesarios.
El Ministerio de Industria y Energía dictó una orden el 31 de marzo de 1981 en la que se fijaban las condiciones de seguridad y mantenimiento para los aparatos elevadores. La norma establecía inspecciones periódicas obligatorias para los ascensores construidos antes de 1966.
