"Alguien quiere provocar una catástrofe", según el presidente del grupo Rumasa, José Maria Ruiz-Mateos

José María Ruiz-Mateos, presidente de Rumasa, afirmó, en una conferencia de Prensa celebrada ayer, que para nadie es un secreto que "una declaración del ministro de Economía y Hacienda, como la que hizo el señor Boyer el pasado viernes, es más que suficiente para producir el pánico en quienes tienen depositado su dinero en nuestros bancos. Si a ello añadimos el comentario transmitido esta mañana por Radio Nacional de España, de cuyo contenido panfletario prefiero no hablar, podría deducirse que alguien está interesado en provocar una catástrofe". Ruiz-Mateos señaló al tiempo que tanto las empresas como los bancos del grupo carecen de cualquier problema que pudiera afectar a su solvencia económica, financiera o comercial. El Ministerio de Economía y Hacienda se negó ayer a hacer cualquier comentario sobre el contenido de estas declaraciones.En una prolongada comparecencia ante la Prensa, el presidente del holding de la abeja reconoció que éste se había visto sometido a una fuerte presión de la opinión pública que, a su entender, se había decantado, a su favor. La retirada de 2.000 millones de pesetas, de los cerca de 800.000 millones de recursos ajenos contabilizados por Rumasa, apenas supondría una nota significativa para la marcha del grupo.

Tanto José María Ruiz-Mateos, como los asesores que le acompañaban -entrelos que cabría destacar a Alejandro Rebollo, ex presidente de Renfe en el Gobierno de UCD- manifestaron que se había intentado conectar con el presidente del Gobierno en la mañana del sábado, lo que no fue posible, aunque a raíz de ese intento se produjo el primer contacto, telefónico, con Miguel Boyer, a instancias de la Presidencia del Gobierno. El lunes por la tarde, y durante dos horas y media, Ruiz-Mateos y sus asesorers, se entrevistaron con Boyer y altos cargos de la Administración y del Banco de España.

El sentido de esta reunión, que según se ha afirmado tuvo momentos de tensión importantes, era ponerse de acuerdo en un comunicado conjunto Economía y Hacienda-Rumasa que despejara algunas de las incógnitas levantadas a partir de las declaraciones de Miguel Boyer. Según fuentes de Rumasa, se planteó desde un principio por parte de la Administración que dicho comunicado tuviera dos puntos; el primero de ellos recogería la "voluntad y propósito de las dos partes por facilitar la terminación de las auditorías de los dieciocho bancos del grupo Rumasa". Este apartado fue aceptado por las dos partes.

El segundo consistiría en una autorización de Ruiz-Mateos para que la firma auditora Arthur Andersen pudiera dirigirse directamente al Banco de España". Ello supondría, en opinión de Alejandro Rebollo, una actitud claramente diferente de la que las normas generalmente aceptadas establecen en las relaciones entre las firmas auditoras y sus clientes. Según Rumasa, no habría ningún inconveniente para que el Banco de España recibiera toda la información que deseara siempre y cuando en dichas reuniones estuviera presente algún representante del holding. La no aceptación del punto segundo del comunicado impidió que éste llegara a ver la luz, como se especuló a últimas horas del lunes.

"Agresión sin precedentes"

José María Ruiz-Mateos manifestó que el grupo Rumasa "ha sufrido una agresión sin precedentes en toda la historia de España", que afirma no entender, máxime si se considera que "estamos realizando un esfuerzo que ningún grupo bancario ha hecho hasta ahora" por presentar una auditoría de tal envergadura. Para Ruiz-Mateos, la situación desatada la semana pasada no tiene sentido si se considera que "nunca se ha producido un retraso en el pago de las nóminas, que nunca se ha incumplido un compromiso adquirido por las empresas del grupo" y que "no necesitamnos para seguir subsistiendo dinero del Estado, ni lo hemos pedido nunca".

En el transcurso de la conferencia de prensa, los responsables de Rumasa leyeron un comunicado de Arthur Andersen, empresa auditora, en la que se señala que su trabajo debe enmarcarse dentro de un encargo profesional de auditoría solicitado por Rumasa; que se han entregado ya informes de situación de varias empresas del grupo, contando el Banco de España en la actualidad con los informes de 99 empresas -el propio holding Rumasa, Rumasina, Inmobiliarias Reunidas, Hotasa, Franco Española, Paternina, Segura Viudas y Castellblanc, entre otras-. Fuentes de Rumasa señalaron que entre los próximos informes a entregar figuraría el de Hispano Alemana de construcción. El comunicado de Arthur Andersen finaliza recordando la necesidad que una empresa de este tipo tiene de mantener el secreto profesional sobre su cliente ante cualquier institución.

La entrega de estos informes de situación, que culminará en esta semana, permitirá a juicio de los expertos de Rumasa, fijar más exactamente el plazo de terminación del conjunto del trabajo de auditoría que, se quiere, no sobrepase los tres meses desde este momento.

Ruiz-Mateos señaló en repetidas ocasiones que estaba dispuesto a proporcionar todo tipo de información a las autoridades económicas y monetarias ("cuyas directrices seguimos escrupulosamente") y que reiteraba su ofrecimiento a que el grupo por él dirigido participara activamente en la consecución de los objetivos fijados en el programa electoral del partido socialista, especialmente en el tema de creación de empleo. A lo largo de las intervenciones se aceptó la existencia de una posible concentración de riesgos en las actividades financieras de sus bancos, aunque señalaron también que hay directrices para que las empresas trabajen con los demás bancos. "Los bancos del grupo", dijo Ruiz-Mateos, "están para los momentos delicados por los que puedan atravesar algunas empresas, pero no para financiarlas de manera tradicional".