La Real se impuso a un violento Betis

La violencia, larvada desde el principio y desatada hasta límites escandalosos a lo largo del encuentro, fue la trista portagonista del Real Sociedad-Betis. Rincón, jugador antes del Real Madrid y que en su día hizo unas graves declaraciones contra los vascos, fue recibido de uñas por el público de Atocha.El ahora goleador verdiblanco prefirió entrar al trapo y mediada la primera parte dió una patada por detrás a López Ufarte. Un minuto después, sin que pudiéramos detectar al causante, era el propio Rincón quien aparecía sangrando por una ceja. En ese momento se encendió la mecha de una explosión que se vió venir.

La reaparición de Zamora dejó de ser un hecho gozoso para los seguidores realistas, para tomar un sabor dramático. Porque suplió a López Ufarte, visiblemente cojo, por una entrada de Canito. Fandos se creyó que "todo er mundo e güeno" y en ocasiones indicaba que estaba aplicando la ley de la ventaja cuando algún jugador, casi siempre de la Real, saltaba por los aires. Al margen de la crónica de sucesos, hay que decir que la Real mereció el triunfo, aunque el primer gol lo consiguiera en un golpe de fortuna. Todo el mundo creyó que lo había marcado Uralde, pero, al parecer, su autor fue Diarte en propia meta. El 2-0 lo marcó Bakero, que ha pasado de no ver puerta a marcar cuatro goles en otros tantos partidos de Liga. Los minutos en que Zamora estuvo en el campo fueron positivos.