Camilo José Cela
es, además de escritor y académico, un temible judoka, pues la Asociación Nacional de Profesores-Entrenadores de Judo le acaba de conceder el grado de cinturón negro y primer Dan de judo, nombrándole también miembro de honor de la citada asociación "por su gran dedicación y amor a este deporte". La asociación ofreció al académico una cena-homenaje en la que el que fuera gran campeón olímpico y mundial de Judo, el holandés Anton Gcesink, se encargó de imponerle el preciado cinturón.
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