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Lavilla desmiente su dimisión y asegura que "aun existen muchas incógnitas por decidir" en UCD

Los miembros de Unión de Centro Democrático (UCD) siguen meditando sobre su futuro político, registrándose una notable variedad de opiniones respecto a la solución a adoptar. Mientras unos apuestan por la continuidad de una opción centrista, aunque no siguiera llamándose Unión de Centro Democrático, otra fracción trata de abandonar el partido a la mayor brevedad, para integrarse en otras formaciones, especialmente en el Partido Demócrata Popular de Oscar Alzaga, coaligado con Alianza Popular.

"Aún existen muchas incógnitas por decidir", dijo ayer el presidente ucedista, Landelino Lavilla, preguntado sobre el futuro de su partido. Solamente unas horas antes, Lavilla había desmentido formalmente la posibilidad de su dimisión al frente de UCD así como que le hubiese sido ofrecido un puesto en el Tribunal Constitucional.Muchos otros dirigentes de UCD parecen compartir la sensación de que son muchas las incógnitas que pesan sobre el partido tras la reunión que celebró su comisión ejecutiva el pasado lunes. La expectación despertada por esta reunión quedó defraudada, al menos por lo que respecta a la versión pública del contenido de la misma, dado que, aparentemente, la anunciada remodelación de la cúpula quedó limitada a la designación del democristiano y ex diputado por Guadalajara Luis de Grandes como secretario de organizacón.

Esta designación, no obstante, muestra que UCD parece decidida a organizar su concurrencia a las elecciones municipales, a las que acudiría tal vez en solitario en algunas de las provincias donde no lo haga con AP. Landelino Lavilla y Manuel Fraga se entrevistaron ayer por la tarde. "No hay nada que comentar", dijo el líder de AP tras el encuentro, si bien añadió que la próxima semana cree que "quedará cerrado el tema".

Mientras el sector azul de UCD parece desconcertado y deseoso de pasar despercibido, el movimiento en el ala democristiana del partido vuelve a ser notable y a dividirse, una vez más, entre quienes se muestran partidarios de un rápido entendimiento con el PDP de Alzaga, y los que rechazan el acercamiento a Fraga, aunque sea con el PDP interpuesto.

Javier Rupérez y Javier Tusell, junto con algunos centristas de menor renombre, como Juan Antonio Gómez Angulo serían decididos partidarios de una rápida incorporación al PDP, donde se les habrían ofrecido puestos directivos y lugares ventajosas en las próximas listas electorales. Por el contrario, democristianos históricos, como Álvarez de Miranda o Iñigo Cavero, parecen más favorables a mantener la UCD o, en todo caso, una opción centrista. Esta parece ser la tesis mantenida a capa y espada tanto por el presidente del partido, Landelino Lavilla, como por su secretario general, Juan Antonio Ortega y Díaz Ambrona, quien se ha convertido en el principal blanco de los ataques del sector azul, en su mayor parte refugiado o representado por el grupo parlamentario, cuyo secretario es Gabriel Cisneros. Los parlamentarios centristas, o al menos un sector de ellos, estarían tratando de independizarse en el mayor grado posible de las decisiones de la ejecutiva y ello estaría provocando roces continuos.

Mucho dependerá, respecto a la última resolución que acaben tomando los demoscristianos ucedistas, de las presiones que ejerzan los medios de la democracia cristiana internacional, en especial la fundación Konrad Adenauer, dependiente de la CDU alemana.

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