Schuster reconoce que insultó al árbitro

Bernd Schuster, centrocampista alemán del Barcelona, reconoció ayer que insultó al colegiado andaluz Martín Navarrete, que le expulsó durante el transcurso del partido de Copa del Rey Celta-Barcelona, disputado el pasado miércoles en el estadio Balaídos de Vigo. Según Schuster, las palabras que le dijo al árbitro fueron "penalti, hijo de puta", que difieren muy poco de las que constan en el acta del encuentro. El jugador barcelonista, con toda seguridad, será sancionado por el Comité de Competición con tres partidos y no estará presente en el derby catalán.

"Mis palabras fueron consecuencia de una reacción lógica y normal, al ver que el árbitro no sancionaba el claro penalti que me hizo un jugador del Celta", aseguró Schuster en una improvisada conferencia de Prensa efectuada en el avión de regreso a Barcelona, aprovechando una corta escala en Valladolid.

El jugador alemán intentó justificar su comportamiento: "Palabras como las que pronuncié las he oído más de cien veces en cada encuentro. Me sorprendió que el árbitro me enseñara la tarjeta roja directamente. Antes no lo había visto en España y tampoco en Alemania. De verdad que no lo hice con mala intención y en ningún momento quise ofender al árbitro. Pero si pitó el penalti al Celta, también debió señalar el mío". Schuster continuó excusándose con argumentos de poco peso específico: "Hasta que me sacó la tarjeta, no hice nada anormal en el campo. Hablé muy pocas veces con el árbitro y siempre para decirle que lo estaba haciendo bien y que no se pusiera nervioso. No creo que haya una persecución contra mí, pero es indudable que los extranjeros lo tienen más difícil en el fútbol español".

La expulsión de Schuster ha sentado muy mal a la directiva del Barça y al entrenador Udo Lattek. "La expulsión no se puede justificar", declaró Casaus, "aunque hay que comprender la desilusión y frustración de un jugador que está en condiciones de marcar, le hacen falta y no se sanciona".