El presidente israelí anuncia su intención de no pedir la renovación de su mandato

El presidente israelí, Isaac Navon, anunció ayer que no tiene intención de solicitar al Parlamento la renovación de su mandato, que expira el próximo 5 de mayo. Navon abandonaría la actividad política salvo en el caso de que se celebrasen elecciones generales. En tal caso regresaría a las filas del laborismo como su líder.

Navon ha querido cortar de raíz con todas las especulaciones en torno a su vuelta a la actividad política dentro de los partidos. Una fuente solvente próxima al todavía presidente de Israel declaró que era conveniente que transcurriera un lapso de tiempo antes de que Navon volviese a la vida política, y dijo que "no quería nada de publicidad". Este "lapso de tiempo" permanece en el más absoluto secreto, y la fuente antes mencionada, no dio ninguna indicación de la duración de este retiro.Se habla, sin embargo, de uno o dos años, pero son sólo rumores y suposiciones. Hay algo cierto: a Navon le gustaría retirarse "lejos de la muchedumbre" (incluso a algún país extranjero) "durante varios meses", que invertiría en la lectura y la literatura. Podría escribir un libro de historia que trataría sobre la vida de los judíos españoles bajo la Inquisición en el siglo XV.

Después de esta "retirada voluntaria", Navon se pondría a disposición de su partido, el laborista, del que es diputado y miembro de su dirección desde hace tiempo.

Intención laborista

No es ningún secreto que una corriente importante del comité central del Partido Laborista israelí desea colocar a Navon al frente del partido de cara a unas futuras elecciones generales.Shimon Peres, presidente actual de los laboristas, habría aceptado ceder su lugar a Navon. Isaac Rabin, que se enfrenta con el liderazgo de Peres, aún no se ha pronunciado al respecto. Los diputados que apoyan a Rabin quieren que éste mantenga su candidatura para el primer puesto en el partido por dos razones. Primero, porque consideran a Navon una paloma. Segundo, temen perder supuesto en el Parlamento si Rabin se hunde bajo Navon.

De todas formas, parece que las combinaciones están hechas, tanto porque Navon gana a Rabin y a Peres en las encuestas de opinión como por su calidad de único hombre capaz de unir al laborismo, dividido y debilitado por las querellas internas.

Una de las personas próximas a Navon confirmó que el aún presidente entraría en el juego político enfrentándose a Menájem Beguin si Peres y Rabin le piden juntos que encabece el Partido Laborista.

Diputados laboristas piensan que Navon es el único capaz de arrancarle el voto de los judíos sefardíes (oriundos de España) a Beguin. El presidente, él mismo sefardí, ha aparecido durante cuatro años como un verdadero padre de la nación. Su lenguaje sereno, majestuoso y fraternal era asequible a todos los israelíes, cualquiera que fuera su origen étnico o nacional.