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Disputa entre actores y anunciantes en programas británicos de poca audiencia

Soledad Gallego-Díaz

La disputa entre el Instituto de Anunciantes (IPA) y el Sindicato de Actores (Equity) amenaza la supervivencia del cuarto canal de la televisión británica y de los programas Breakfast Time, que se emiten a las seis de la mañana.El IPA quiere pagar tarifas más bajas de las normales a los actores que intervienen en anuncios publicitarios que son emitidos por el canal 4, así como a los que intervendrán en el Breakfast Time que produce una empresa comercial TV-AM y que saldrá a antena por el tercer canal, ITV, la semana próxima. La BBC también tiene su programa matinal, sin anuncios. Según los anunciantes, la audiencia es en todos estos casos muy inferior a la de los programas y canales habituales. Para el Sindicato de Actores, el trabajo de sus afiliados es el mismo en un caso que en otro y no puede existir una rebaja que supondría, además, un peligroso precedente.

El Instituto ha planteado una demanda ante un organismo independiente encargado de mediar en conflictos industriales, la ACAS, pero Equity no admite esta mediación. Mientras se resuelve la pelea, los más afectados son, lógicamente, el cuarto canal y TV-AM, que dejan de ingresar su elemento principal de supervivencia. La TV-AM, por ejemplo, está perdiendo unas 175.000 libras esterlinas a la semana (unos 33 millones de pesetas) porque en la mitad aproximadamente de sus anuncios intervienen actores afiliados al sindicato. Si se llega al mes de febrero sin que exista una solución, los expertos predicen serias dificultades económicas para la empresa y el Breakfast Time de ITV puede verse muerto prácticamente antes de nacer. Para colmo, un departamento de la Universidad de Sussex ha realizado un estudio entre los telespectadores de este tipo de programas supermatutinos y ha llegado a la conclusión de que a esas horas de la mañana nadie entiende nada que no sea muy repetitivo y simple, como la información del tiempo o el estado de las carreteras.

Las dificultades son también serias para el canal 4, una cadena comercial que vio la luz el pasado mes de noviembre y que se presentó como el canal de los marginados de la sociedad británica: desempleados, movimientos pacifistas y feministas, homosexuales, etcétera. Dos meses después de su apertura, sus responsables anuncian una remodelación completa de la programación para hacerla menos seria y formal.

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