César Alonso, el hermano yoquei del futbolista Marcos

La de César Alonso es la historia de una fulgurante carrera deportiva nacida en el seno de una familia de figuras. César es hijo del famoso Marquitos, jugador de la época dorada del Real Madrid. Su hermano Marcos, hoy jugador del F.C.Barcelona, está considerado como uno de los mejores futbolistas españoles del momento. Su hermana Merche monta en concursos de saltos de obstáculos. El, en un tiempo récord y con diecinueve años, acaba de convertirse en el nuevo campeón de España de los jinetes aficionados.

César practica los dos deportes favoritos de la familia Alonso, los caballos y el fútbol, aunque por ahora ha tenido más suerte en el primero. Le gustan los coches y la música rockera de Miguel Ríos. La carrera de César Alonso ha sido fulgurante. Llegó al hipódromo hace tan sólo un año y medio y en este corto espacio de tiempo ha logrado colocarse en cabeza de los jinetes aficionados.En, tan sólo una temporada, el joven Alonso ha montado en treinta -carreras y ha ganado las mismas que Joanes Cuéllar, el que está considerado como el mejor gentleman, y al que le arrebató este año el título nacional. "Aprendí a montar a caballo algo tarde", dice César, "a los dieciséis años. Mi hermana Merche montaba en un concurso. Yo iba con ella, me animaron y probé. La verdad es que al principio tenía mucho miedo. Al hipódromo voy desde que era pequeño, ya que mis padres son muy aficionados. Allí conocí al yoquei Reyes, que me llevó a su cuadra. Al principio no me daban caballos y estuve a punto de dejarlo en varias ocasiones". César reconoce que la vida en el hipódromo no es fácil. "Es muy duro levantarse a las cinco de la mañana para bajar a montar y más teniendo que ir, como yo, en moto. Mi padre me decía que estaba loco y mi madre no salía de su sorpresa, pues nunca he sido madrugador. Pero me gustaba tanto montar que lo hacía sin demasiada pereza. Ahora es más fácil: sólo monto tres caballos al día y, además, ya tengo coche". A pesar de medir 1,75 metros, sólo pesa 57 kilos, y confiesa no tener problemas con el peso. La primera victoria de César llegó la primavera pasada montando a Madeira. A partir de ese día todo comenzó a salir bien. Una semana después volvió a ganar con su caballo Armada Prince y, a continuación, llegaron otros triunfos con Llameante, Vall d'Aran, La Bella Henrietta, otro de sus caballos, y El Burócrata. "Después de esta buena racha todo ha sido más fácil", dice César. "Los preparadores comenzaron a confiar en mí y gracias a ello he podido lograr este título". Marquitos, el padre de César, no quería que su hijo se dedicara a montar a caballo -"prefería que jugara al fútbol"-, pero ahora toda la familia está contenta con su decisión y le apoyan incondicionalmemte.A César no le molesta que le conozcan como el hermano de Marcos. "Me llevo muy bien con él", dice, "y siempre que puedo voy a verle jugar. El viene al hipódromo cuando no tiene partido. A Marcos también le gustan los caballos. El financió la,compra de tres caballos en Irlanda cuando fue a jugar con la selección en Dublín". El jinete se ríe cuando se le pregunta quién es mejor: su hermano jugando al fútbol o él montando a caballo. "Si te digo la verdad", contesta, "mi padre dice que el que juega bien al fútbol soy yo, porque piensa que tengo raza y que sé mandar en el terreno de juego".Cuando a César no le iban bien las cosas en el hipódromo estuvo entrenando con el Torrejón, que quiso ficharle. Prefirió los caballos. "Me gusta mucho más montar a caballo", dice, "que jugar al fútbol; aunque ahora hago las dos cosas. Pertenezco a un equipo de fútbol sala; en él soy extremo. En el verano me voy a la mili y probablemente entrenaré con algún equipo andaluz."

César reconoce que es el que mejor vive de la familia; confiesa que tiene suerte con las chicas, pero que su gran afición son los coches: "Me gusta correr. El otro día fui a montar a Sevilla y sólo tardé cuatro horas". Sus amigos Miguel y Sergio son sus managers, con ellos comparte su afición por la música de Miguel Ríos, aunque es demasiado joven para ser un viejo rockero. Dice que no es ma chista, porque "las chicas tienen las mismas posibilidades que nosotros encima de un caballo". A él, como a casi todos, le gustaría parecerse a Claudio Carudel o a Lester Pigott.