AD, misión cumplida

Alianza Democrática, la coalición política que ha inspirado el Gobierno de Lisboa desde enero de 1980, fue el producto del concierto entre tres partidos, el Partido Socialdemócrata de Francisco Sa Carneiro; el Centro Democrático y Social, dirigido por el democristiano ex caetanista Diogo Freitas do Amaral; y el Partido Popular Monárquico, un grupo casi testimonial.

El padre de aquella coalición, Sa Carneiro, la concibió como un frente de derecha centrista, rigurosamente anti-izquierdista, con la proa contra el Partido Socialista de un Mario Soares a la sazón debilitado por la erosión causada por la gestión del poder y por sus propios errores, suficientemente amplificados por su oposición interior y por los comunistas.

AD sufrió dos gravísimos reveses, la muerte el 4 de diciembre de 1980, de su motor, Sa Carneiro, y tres días después, la derrota de su candidato presidencial, el general Soares Carneiro, talismán inútil para enfrentar al general-presidente Eanes, empeñado en mantener una autoridad más que arbitral sobre la política portuguesa.

Las elecciones municipales de diciembre, que recolocaron al PS como primer partido del país, han servido para dar el puntillazo a la AD, que se descompone tras haber cumplido la misión para la que fue creada: cerrar el paso a la izquierda. La derecha ahora, con socialistas moderados sobre el horizonte portugués y español, va a plantearse un cambio en su hegemonía interior. Pinto Balsemao no ha logrado conservarla. Es la hora de Freitas do Amaral.