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Clima de discordia liberal en vísperas del congreso del PDL de Garrigues

El congreso fundacional del Partido Demócrata Liberal, liderado por Antonio Garrigues Walker, comienza mañana en un clima de escasa concordia, al enfrentarse dos posiciones: la de quienes desean concurrir a las elecciones en coalición con Alianza Popular y la, al parecer mayoritaria, que prefiere no llevar a cabo tal coalición, al menos a nivel nacional. Esta última es la tesis del propio Garrigues, quien ayer se entrevistó con Felipe González en la Moncloa, probablemente para mostrar su alejamiento de AP.La previsible presentación en las próximas horas, posiblemente coincidiendo con el comienzo del congreso del PDL, de un nuevo partido, que se llamará Unión Liberal, contribuirá a enrarecer el ambiente. UL, grupo claramente alentado por Manuel Fraga, estará dirigido por Pedro Schwartz, diputado por Madrid de Alianza Popular, si bien se ha buscado para presidirlo a una figura histórica, como Fernando Chueca.

Ni Schwartz ni el otro competidor de Garrigues por la hegemonía liberal, Ignacio Camuñas, estarán presentes en el congreso del PDL, al que sí asistirán figuras de la Internacional Liberal, de la que tanto Camuñas como Garrigues son vicepresidentes.

La creación de Unión Liberal, que inicialmente, y según reconocen sus propios inspiradores, apenas contará con media docena de militantes, es considerada en el PDL como un intento por parte de Fraga de presionar a Garrigues para que acabe aceptando la coalición -municipal con AP-PDP.

El presidente de AP ha mostrado un especial interés en definirse en los últimos meses como liberal-conservador, frente a la etiqueta de liberal-progresista esgrimida por Garrigues. Manuel Fraga ha intentado en varias ocasiones -la última de ellas, el pasado 24 de diciembre- convencer al líder del Partido Demócrata Liberal de que debe acatar la coalición.

Se cree que algunos militantes garriguistas, especialmente en zonas como Levante o Baleares, se inclinarían por un acercamiento a AP. Esta misma pugna se traslada a la Federación de Clubes Liberales, especialmente al Club Liberal de Madrid, que preside Schwartz. La batalla de los clubes tendrá lugar mañana, poco antes del comienzo del congreso del PDL, muchos de cuyos militantes tratan de lograr que Pedro Schwartz abandone la presidencia madrileña.

En estas condiciones, el resultado final del congreso que mañana y el sábado celebra el PDL parece, cuando menos, incierto. Y ello pese a la posibilidad de que el partido de Garrigues sea potenciado con la incorporación de algunas figuras: se ha contactado con Justino de Azcárate para que acepte la presidencia, y es igualmente probable, aunque aún no sea seguro, que algún ex ministro del último Gabinete UCD -como Soledad Becerril- anuncie su ingreso.

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