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Entrevista:

Habrá televisión matinal, por cable y satélite y un tercer canal autonómico en el plazo de cuatro años

Antonio López es ingeniero superior de Telecomunicaciones. Nació en Madrid hace cuarenta años, está casado, es padre de cuatro hijos y milita en el PSOE. Está considerado como uno de los técnicos más competentes y profesionales de RTVE. En 1980 fue nombrado director técnico de TVE por Fernando Castedo, cargo en el que fue confirmado por los sucesivos ex directores generales, Carlos Robles Piquer y Eugenio Nasarre. Entre sus principales y últimas aportaciones a TVE están las nuevas instalaciones técnicas acometidas con motivo del pasado Mundial de Fútbol.Pregunta. ¿Qué es lo que más preocupa al director de Televisión Española?

Respuesta. Mi gran preocupación es construir algo que se identifique claramente con una empresa de medios de comunicación social. El objetivo de la empresa es hacer buenos programas y buenos espacios informativos. Cometidos que tienen asignados, respectivamente, los directores Ramón Gómez Redondo y José Luis Balbín. La misión que prioritariamente me propongo es empresarial. Soy consciente de que mi trabajo no lo va a valorar la audiencia porque se trata, en primer lugar, de alcanzar unos objetivos que están detrás del producto que llegará al público. Soy consciente también de la difícil situación que debemos cambiar: una empresa que no sabe con exactitud el personal que tiene; que dispone de datos contables de escasa fiabilidad, cuando no contradictorios; que adolece de un grave desequilibrio de plantillas, de una organización de trabajo incorrecta y poco productiva, con una jornada corta y con un ambiente laboral deteriorado y escasamente motivado. Trataremos, en resumen, de conseguir el mejor servicio con el menor presupuesto posible. Necesitamos, a tal fin, crear una estructura empresarial estable, porque ahora está todo deslabazado, una estructura que sea independiente del producto, hasta el punto de que si los programas o los informativos no funcionan, pueda cambiarse a los responsables de la mala calidad del producto sin que ello afecte a la estructura de la empresa.

P. Sale usted al paso de una de las primeras críticas que se hicieron de su nombramiento: ¿Por qué un ingeniero para la dirección de TVE si el objetivo final de la empresa es el producto, la programación que se sirve al público?

R. El cargo de director de TVE aparece en el Estatuto de la Radio y Televisión en el capítulo tercero, que se titula Modos de gestión. Y el artículo diecinueve lo define y establece como administrador único del medio. Esto apunta que el espíritu de los legisladores es precisamente que el director de TVE sea un gestor. De hecho, en el mismo artículo se afirma explícitamente que, en lo que se refiere a la programación, la responsabilidad de los administradores de las tres sociedades está condicionada a la supervisión del director general.

P. Sin embargo, los nombramientos de Ramón Gómez Redondo para la dirección de programas de TVE y de José Luis Balbín para la dirección de los informativos parece, en principio, que escapan al control del director de TVE.

R. Yo he dicho al director general, desde un principio, que no deseo ser el controlador diario de los contenidos de TVE, entre otras razones porque mi profesión es otra y a ella quiero dedicarme sin abdicar de mis responsabilidades directivas en la programación global. Esa distinción entre contenidos y gestión es vigente en muchas televisiones europeas que funcionan mejor de lo que lo hemos hecho nosotros hasta ahora. Y en casi todas las televisiones democráticas los informativos están diferenciados de la dirección de gestión y encomendados a profesionales de la información. Sucede aquí que los informativos se vinculan tradicionalmente a la persona del director general. La mayoría de los problemas de los directores generales derivan de los programas informativos.

'La actual oferta de TVE es muy baja'

P. ¿Cree usted que los españoles tenemos una TV escasa?

R. Sí, y por eso me propongo, en primer lugar, ampliar el número de servicios, porque la actual oferta de TVE es muy baja. Estamos ya estudiando la posibilidad de no interrumpir las emisiones de la sobremesa; la primera cadena cierra actualmente la emisión a las cinco de la tarde durante una hora y media. Introduciremos, a más largo plazo, la programación matinal, previo estudio de las expectativas de la audiencia a la que destinaremos los programas; será útil, para la introducción de este nuevo servicio, conocer el funcionamiento y respuestas de los telespectadores de Canarias a los espacios matinales que TVE emite hoy día allí. Incrementaremos las emisiones de la segunda cadena y pondremos en marcha, con carácter experimental, el servicio de teletexto. Este último obliga a establecer contactos con la industria nacional y con el Ministerio de Industria para ver si optamos por el modelo inglés o por el francés.

El teletexto puede llegar a permitir subtitular todos los programas que emita TVE por las dos cadenas, de forma que las audiencias de habla castellana, gallega, catalana y eusquera puedan recibirlos con subtítulos en sus respectivos idiomas. TVE tiene que estudiar también la puesta en marcha de la televisión por cable en los términos que permite el Estatuto vigente y con procedimientos de gestión y financiación, suficientemente flexibles como para constituir un servicio rentable y atractivo en su variedad de canales, y que siente las bases de un abaratamiento de costes en la infraestructura de recepción y distribución de una señal de satélite.

P. ¿En qué plazo de tiempo se inaugurarán esos servicios?

R. Entre nuestros objetivos empresariales a corto plazo figura establecer un plan cuatrienal de inversiones, que contemplará, entre otros, la puesta en práctica de aquellos nuevos servicios que prestará TVE, incluida probablemente la contratación en solitario o en explotación mixta de un satélite de radiodifusión directa y la previsible puesta en marcha del tercer canal autonómico, además de incrementar la producción propia de programas. Mí opinión sobre el canal autonómico, supeditada, por supuesto, a la decisión que adopte el Parlamento, es que la red ha de ser explotado y financiada en todos los casos por un organismo estatal y que las comunidades autónomas deben financiar y explotar con total independencia todo lo que se refiere a los centros de producción y a la programación. Una red de propiedad estatal, utilizando la actual infraestructura de RTVE, no sólo supone un ahorro considerable en inversiones, sino que permitiría conectar los canales autónomos entre sí y facilitaría, de esta forma, eventuales acuerdos en cuanto a la producción y difusión de programas. La ampliación de los horarios de emisión de la primera cadena se hará, posiblemente, si los presupuestos lo permiten, dentro del segundo trimestre de este año. Por lo que se refiere a los centros regionales propios de TVE, la ampliación del horario de emisión de la primera cadena nos plantea el problema de buscar una mejor difusión de los espacios regionales, que actualmente salen al aire cuando está cerrada la emisión nacional. El circuito catalán emite sus programas propios por la segunda cadena. Es posible que optemos por este canal para incrementar las programaciones regionales de TVE.

P. ¿Cree usted que sobran trabajadores en Televisión Española?

R. En absoluto, y tengo que explicarme. Uno de los asuntos más urgentes es definir las plantillas de TVE y equilibrarlas. Se dice que sobra gente en TVE, pero yo pienso que no es cierto, sobre todo si introducimos los nuevos servicios que prestará TVE. Es posible que algún área tenga personal en exceso, pero hay otras realmente en precario. Se producen cuellos de botella en algunos departamentos, que provocan, inevitablemente, desocupación en otros sectores de la cadena de trabajo. Esto hay que corregirlo. Los estudios de TVE, por ejemplo, no tienen salas de premontaje de decorados. De ahí que se pierdan muchas horas de producción. La plantilla con que cuentan los distintos centros regionales, por ejemplo, es insuficiente. En TVE se trabaja, para bien o para mal, siete horas al día y la jornada finaliza, teóricamente, en los centros, a las tres de la tarde. No hay personal suficiente para cubrir la información que se produce a lo largo del día ni para mantener abierto el centro de trabajo los fines de semana y días festivos. Es cierto que tenemos medios pero no personal suficiente para atenderlos. Procuraremos exigir la mayor eficacia mejorando la organización para conseguir mayores rendimientos, y en esto voy a ser muy exigentes, ya que entiendo que la empresa sólo se salvará de una seria crisis si consigue mejorar sus prestaciones actuales.

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