_
_
_
_

Francia no desea que ETA y Mercado Común centren el encuentro de mañana con la delegación española

El primer contacto oficial entre las administraciones socialistas francesa y española tras la victoria del PSOE en las elecciones generales del pasado 28 de octubre no se espera en París que sea rico en acuerdos concretos, ya que los promotores del encuentro, las autoridades galas, lo han planteado como un profundo intercambio de información, que permita abrir una etapa más serena de las relaciones hispanofrancesas. Los anfitriones están especialmente interesados en los asuntos económicos bilaterales.

Francia no cambiará sustancialmente sus actitudes respecto a los problemas esenciales (Mercado Común y ETA) del persistente contencioso franco español, "pero existe la voluntad política, al más alto nivel, de que todo mejore", según un portavoz del Ministerio de Exteriores francés. En esta capital se desea intercambiar informaciones sobre todos los problemas, pero sobre todo la cumbre será económica.La reunión hispanofrancesa se celebrará en el castillo de La Celle Saint Cloud, en la periferia parisiense. El marco es "simpático y acogedor", dicen los franceses, "y por ello apropiado para este intercambio de información, informal y profundo, que vamos a hacer sobre las relaciones de ambos países". No hay calendario preciso, se insiste en París, aunque han sido preparados los informes oportunos.

Los problemas no desaparecen

Según se explica en París, en el Ministerio de Exteriores, como en el de las Comunidades, cada ministro confrontará con su homólogo todas las cuestiones pendientes. Los temas económicos primarán. El superávit español en el comercio hispanogalo, al final de 1982, se acerca a los 4.000 millones de francos y el Gobierno socialista de este país desea corregir esa desventaja, aunque hay que precisar que muchas importaciones, francesas. se realizan en sectores, como el automovilístico, de los que el productor es Francia en España.

El tema de la adhesión española a la Comunidad Económica Europea (CEE) estará presente de manera predominante. A este respecto se recalca, en París, que "dicha cuestión, como la vasca, no van a desparecer como encanto, porque, ahora, en Madrid, hay un Gobierno socialista. Las dificultades subsistirán, aunque cambiará la manera de abordarla y, sobre todo, hay que tener en cuenta que, con el acceso de los socialistas al poder en Madrid, se ha producido un fenómeno importante: la voluntad política francesa, al más alto nivel, de solucionar los problemas".

Los franceses esperan, sobre todo, que la nueva Administración española enfoque de manera diferente la política de los últimos años, de los sucesivos Gobiernos de Madrid, consistente en "hacer de Francia el chivo expiatorio de sus problemas".

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Parece ser que esa nueva visión del contencioso hispanogalo ya se manifestó recientemente en Bruselas, es decir, "es lo que creyó percibir el ministro de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, al entrevistarse con su colega hispano, Fernando Morán". Se repite, igualmente, que este último, como el presidente, Felipe González, es partidario de la globalización de los problemas", con el fin de desapasionar los más hirientes, como son tanto el comunitario como el vasco. Para resumir, por lo tocante a la entrada de España en la CEE, es probable que los franceses, de la manera más simpática, les recuerden a sus homólogos españoles lo que el presidente Mitterrand explicó abiertamente al Gobierno anterior, en Madrid, el pasado verano.

Ausencia de responsables de Interior

Es significativo que, para el miércoles próximo, veinticuatro horas después de concluir la cumbre hispanogala, el ministro francés de las Comunidades, André Chandernagor, haya invitado a los corresponsales españoles y portugueses a una reunión en la que explicará "clarísimamente" cuál es la posición francesa.

Hoy, como ayer, en efecto, las autoridades de París se quejan, a veces, de que a la opinión española se la informa mal, o se la desinforma, cuando se habla del Mercado Común.

Por el lado francés no asiste a la reunión ningún responsable directo de la seguridad o del Ministerio del Interior, lo que querría decir que el tema vasco no será "tajada" suculenta en esta reunión. "Eso no quiere decir que no se hable de vascos si alguien lo propone", declaran en París. Como en el caso de la adhesión española a la CEE, Francia, fundamentalmente, no se dice presta a modificar sus presupuestos a la hora de valorar la situación vasca. El tema, de todas maneras, está sujeto a muchas contingencias. Algunos observadores piensan aquí que los separatistas corsos continuarán amenazando a las personas y cobrando el impuesto revolucionario. París podría "ver" de otra manera sus relaciones con España en este terreno. Pero también conviene anotar que, hace sólo tres días, el ministro de Interior, Gaston Defferre, declaró que, por poco que hicieran los independentistas clandestinos del FLNC corso, estaba dispuesto a dialogar con ellos. Esta declaración en boca de Defferre hay que analizarla con finura y no sería imposible pensar que cuando habla de diálogo con los corsos, también piensa en los etarras.

El encuentro de La Celle Saint Cloud se presenta, en suma, como una oportunidad para reiniciar otro tipo de relaciones entre los dos países. Pero por lo que se refiere al fondo de los dos problemas gordos, quien tiene que cambiar de óptica son los españoles. Así, al menos, lo entienden los dirigentes de París que se disponen a recibir mañana la de legación española que presiden los ministros Morán y Boyer.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_