El Rey resalta el papel moderador de la institución monárquica

En su discurso a las Fuerzas Armadas con motivo de la Pascua Militar, el rey Juan Carlos I hace una rotunda defensa de la Constitución y de los valores que la inspiran, así como un llamamiento a la disciplina y a la necesaria integración de las Fuerzas Armadas en el conjunto de la nación. El Rey resalta asimismo el papel moderador de la institución monárquica, que "ni depende, ni puede depender de unas elecciones, de un referéndum o de una votación".

El discurso del Monarca fue difundido ayer, dado que la tradicional recepción de la Pascua Militar, en la que debía pronunciarlo mañana, ha sido suspendida por el accidente que sufrió el Rey en Suiza."Constitución, Estado y pueblo son la encarnación triple de la libertad de los españoles, y no hay argumento válido para destruir estos fundamentos, ni menos para intentar separarlos artificialmente con el fin de derribar la Constitución en nombre del Estado, o al Estado en nombre del pueblo", afirma el Rey en su mensaje.

El Rey afirma, en alusión a la voluntad popular reflejada en las urnas el pasado 28 de octubre,que se han producido también durante aquel periodo acontecimientos importantes que por fuerza obligan a abrir los ojos a la realidad y comprobar el peso enorme de la manifestación de la voluntad de nuestros compatriotas, que es preciso acatar y respetar".

El Rey, finalmente, señala que para que las alternativas políticas se produzcan dentro de un orden y estén presididas por una continuidad, es importante el papel de la institución monárquica, que está por encima de la propia persona a quien durante una etapa determinada le corresponde el honor de encarnarla". "Porque la institución monárquica", termina diciendo don Juan Carlos en su mensaje a las Fuerzas Armadas, "no depende, ni puede depender, de unas elecciones, de un reférendum o de una votación. Su utilidad se deriva de que está asentada en el plebiscito de la historia, en el sufragio universal de los siglos. La independencia permanente de la jefatura del Estado es la que permite al Rey ejercer el arbitraje y la moderación, y también garantizar la unidad de la Patria y la consolidación del sistema".

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