El seguro de la Granja Sant Pau, de Sabadell, fue mejorado antes del incendio

Pocos meses antes de que un incendio arrasase la industria láctea Granja Sant Pau, en Sabadell, los propietarios de la firma negociaron y renovaron una importante póliza de seguro que superaba con creces la que tenían antes. Esta información ha sido facilitada a este periódico en medios allegados a la abogacía y podría ayudar a fundamentar la hipótesis de que el siniestro fue provocado.Pero no es este el único dato con el que se sustenta la teoría de que el fuego fue intencionado. Dos semanas antes de que se declarase el siniestro los bomberos se habían visto obligados a trasladarse a la Granja Sant Pau, para realizar unas tareas de extinción. Un portavoz del cuerpo de bomberos de Sabadell ha asegurado que en la Granja Sant Pau se venían produciendo incendios periódicamente, pero que en la mayoría de las ocasiones el fuego había sido provocado por la combustión de balas de paja.

Hay más datos que evidencian una cierta premeditación en el acto delictivo. Un portavoz del Ayuntamiento de Sabadell ha asegurado que quince días antes del fuego se sacaron de la empresa grandes cajas, que contenían una parte importante de la documentación de la empresa. Las mismas fuentes han señalado que dos días antes fue sacado también de la factoría numeroso instrumental de gran valor.

Con este balance en la mano, el alcalde de Sabadell, Antoni Farré, del Partit Socialista Unificat, de Catalunya, ha asegurado en el transcurso de un pleno municipal que "el fuego había sido intencionado". El alcalde volvió a repetir ayer esta afirmación en un diálogo mantenido con este periódico. Continuó asegurando la primera autoridad municipal que se habla puesto en contacto con el gobernador civil de la provincia, Ferran Cardenal, y éste con el jefe superior de Policía, Agustín Linares, para que se investigase hasta las últimas consecuencias el siniestro.

"En Sabadell existe una cierta leyenda en torno á los siniestros ocasionados en las empresas, sobre todo en verano. Pero estas afirmaciones no son más que puras hipótesis. Sin embargo, en el caso de la industria lechera Granja Sant Pau he podido ver personalmente las bombonas de acetileno y las de butano, estratégicamente colocadas debajo de las máquinas. Hay unas evidencias que yo mismo he podido constatar. Ahora lo más importante es que la causa judicial que se instruya a raíz de este suceso no acabe archivándose", concluyó el alcalde.

Una cierta tradición

Los temores del alcalde Antoni Farré no son gratuitos. En los archivos policiales y judiciales del Vallés se conservan sumarios y diligencias instruidas a consecuencia de dudosos incendios, de los que jamás se pudo localizar a los responsables.Quizás el caso más escándaloso fue el acaecido en Terrassa el 13 de diciembre de 1977, cuando una importante industria textil familiar fue pasto de las llamas y quedó totalmente destruida. El Juzgado de instrucción número dos abrió un sumario, que tuvo que cerrar por falta de pruebas.