El caso 'Egin'

El interesante y oportuno seminario organizado por el Instituto Internacional de Prensa (IPI) sobre información y terrorismo ha puesto en evidencia la extrema dificultad a la hora de tipificar el delito de apología de la violencia.Entre los asistentes se hallaba el señor Azurmendí, director del diario Egin, a quien se acaba de condenar a dos años de prisión por la publicación de sendos comunicados de ETA Militar. Tal condena resulta coherente con la doctrina expuesta en el seminario por el nuevo subsecretario de Interior, Carlos Sanjuán, quien textualmente aseguró que difundir sus comunicados era "colaborar con los terroristas".

Sabido es que desde hace más de dos años Diario 16 tiene por norma no publicar ninguna nota ni de ETA, ni de los GRAPO, ni de ninguna organización violenta, excepto cuando se trate de un material informativo ineludible. Respetamos, sin embargo, a quien mantiene otro criterio y pensamos que ésta es una cuestión de autocontrol y no de Código Penal, ya que lo contrario supondría transferir al mensajero la responsabilidad de las malas noticias.

Hasta aquí estamos de acuerdo con la defensa profesional del director del diario Egin, cuya condena deberá ser en este caso revocada, pero a la vez pensamos que este episodio no es sino una anécdota relativamente trivial en el contexto de la complicada problemática que generan las relaciones del Estado democrático con un periódico que, por utilizar una denominación empleada por Txiki Benegas, mantiene una línea favorable a un grupo que lucha por destruir a ese Estado por la fuerza de las armas. Ignorar esa parte del conflicto sería un ejercicio tan esteticista como hipócrita e ingenuo.

20 de diciembre