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La Cámara de Representantes de EE UU liquida un proyecto de amnistía sobre indocumentados

Un polémico proyecto de revisión de las leyes de inmigración de Estados Unidos, que preveía la concesión de una amnistía a millones de indocumentados, así como sanciones a los que den trabajo a esos inmigrantes, fue archivado definitivamente el pasado sábado por la Cámara de Representantes del Congreso norteamericano. Los opositores al proyecto habían presentado más de trescientas enmiendas a la propuesta presidencial.

El debate de la ley fue aprobado por el presidente de la Cámara, Tip O'Neill, atendiendo a una solicitud expresa del presidente, Ronald Reagan, y de su fiscal general (ministro de Justicia), William French Smith, a pesar de las pocas posibilidades de aprobación.

Tres horas de reunión

La sesión de la Cámara fue suspendida en la madrugada del domingo, tras prolongarse el debate a lo largo de tres horas.La ley proponía conceder permiso permanente de residencia a los inmigrantes indocumentados que llegaron a territorio norteamericano antes del 1 de enero de 1977, así como también permiso temporal de residencia a los llegados antes del 1 de enero de 1980.

Asimismo, el proyecto también considera la imposición de sanciones -tanto civiles como criminales- a los empresarios que, a sabiendas de la condición de indocumentados de los solicitantes, les dieran trabajo en sus negocios, industrias o fábricas.

Críticas

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Mientras que el proyecto de amnistía fue criticado por sectores obreros norteamericanos y grupos hispanos, la posibilidad de la promulgación de esas sanciones generó casi de inmediato las protestas tanto de legisladores liberales como de grupos hispanos.Los sectores sindicales consideraban que la amnistía perjudicaba a los obreros norteamericanos, ante la competencia que suponía la legalización del status de los indocumentados, cuyo número se estima entre tres y diez millones.

Las sanciones se enfrentaron a la tenaz oposición de varios legisladores, que expresaron su preocupación por la discriminación de que seguramente serían objeto en los trabajos personas de apariencia hispana.

Al reiniciarse el debate de la ley, la Cámara utilizó más de tres horas para estudiar -y finalmente derrotar- una propuesta de un representante demócrata que habría obligado a las empresas a llevar un archivo detallado de las solicitudes de trabajo. El legislador aseguró que la medida pretendía evitar acciones discriminatorias en contra de obreros hispanos.

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