Barda maniobra

Por segunda vez, porque en otras tantas ocasiones he tenido la torpe equivocación de dirigirme a ese periódico independiente, recibo de ustedes el consabido lamento comunicarle que debido al exceso de originales...". Bien, creo que sean muchas las Cartas al director que ustedes reciban y, precisamente, contestando o refiriéndome a dos de esas cartas que yo me había permitido enviarles y que puedo asegurarle que serán las últimas. Y, cosa curiosa, las cartas que merecieron de usted el honor de ser publicadas se referían al problema del aborto; para ellas -una descaradamente abortista- sí hubo posibilidad de publicación y no se lo impidió el exceso de originales; para las mías, en que refutaba aquélla, no ha habido lugar por exceso de originales. Muy pobremente burdo todo esto.Tal vez, se me ocurre, no sea extraño a esto la ocasión en que EL PAIS -no sé quién- tuvo la desconsideración de molestarme llamándome por teléfono a las doce de la noche pidiéndome una información que ni yo podía ni debía darles, y menos por teléfono. /