La soledad de los democristianos centristas
El acercamiento de hecho entre Fraga y Roca. ha provocado un giro radical a las expectativas de pacto para las elecciones municipales entre UCD y la coalición AP-PDP. La identificación democristiana de los centristas conseguida en el congreso extraordinario del pasado fin de se mana, y la falta de relación entre esta ideología y la verdadera composición del Grupo Parlamentario centrista -diez de cuyos doce integrantes no sienten ninguna simpatía por la democracia cristiana- puede tener consecuencias imprevisibles.Aunque ya se hayan establecido puentes entre los democristianos de UCD y los democristianos del Partido Demócrata Popular de Oscar Alzaga, coaligado con AP, el encuentro de ambas formaciones, considerado inevitable a medio plazo, no parece que vaya a realizarse de manera inmediata. Oscar Alzaga pide la reunificación de la familia democristiana cuanto antes, y lo mismo parecen sugerir los portavoces de la poderosa Fundación alemana Konrad Adenauer. Pero las reticencias de muchos democristianos ucedistas -como Fernando Alvarez de Miranda- a pactar con Fraga retrasarán la operación.
Tampoco parece mucho más inmediato el pacto de Fraga con la mayoría del grupo parlamentario centrista, que se siente más o menos próxima al sector azul de UCD. Fraga se ha entrevistado varias veces en los últimos días con Rodolfo Martín Villa y Pío Cabanillas, que se sienten, obviamente, incómodos en la nueva UCD democristiana; nada tendría de extraño que ambos intentasen negociar el traspaso a las filas de AP, lo que dejaría a los centristas Lavilla y García Agudín muy solos en sus escaños, ya que Marcelino Oreja, también diputado centrista y democristiano, es uno de los más firmes defensores de la coalición con Fraga. Pero en AP no se contempla con buenos ojos esta aproximación.
