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Reagan consigue un compromiso con el Senado para comenzar la fabricación de los misiles MX

El presidente norteamericano Ronald Reagan logró un compromiso bipartidista, apoyado tanto por senadores republicanos como demócratas, para comenzar la fabricación de los nuevos misiles intercontinentales MX.

Queda pendiente el plan de instalación de los MX, ante las dudas de congresistas y militares sobre el proyecto, propuesto por Reagan, de agrupar los cien misiles en una misma fila para provocar, en caso de ataque, ondas explosivas que, teóricamente, autodestruirían los misiles soviéticos."Estados Unidos debe contar con un sistema efectivo de misiles para garantizar nuestra seguridad", dijo el presidente Reagan en una conferencia de Prensa. "Pero también", añadió, "para poder negociar desde una posición firme una reducción de armas en Ginebra."

La administración Reagan obtiene el compromiso del Senado para contar con 988 millones de dólares (unos 120.000 millones de pesetas), destinados a la fabricación de los cinco primeros misiles MX, dentro del programa de cien propuesto como objetivo, equipados cada uno con diez cabezas nucleares. Esa misma petición fue rechazada la semana pasada, por 245 votos en contra y sólo 176 favorables, por la Cámara de Representantes.

Pero el voto, contrario de la Cámara, como ha demostrado el actual compromiso logrado por Reagan con el Senado, había que valorarlo en las reservas originadas por el sistema de instalación de los MX, más que en la fabricación en sí del nuevo misil.

Cuando el pasado 22 de noviembre, Ronald Reagan presentó su programa de misiles MX, globalmente valorado en unos 26.000 millones de dólares (alrededor de tres billones de pesetas) para ser operacional antes de finales de 1986, sorprendió la tesis denominada paquete denso. Reagan proponía instalar los cien misiles MX en una fila de silos subterráneos, a lo largo de unos veinticinco kilómetros, en una zona desértica del estado de Wyoming, cerca de la localidad de Chayenne.

'Paquete denso'

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La teoría del denominado paquete denso se, apoya en que el ataque de los primeros misiles soviéticos destruiría sólo una ínfima parte de los cien misiles MX, porque las ondas expansivas de las primeras explosiones provocarían la destrucción del resto de misiles enemigos en pleno aire, antes de que lograran alcanzar y destruir el resto de misiles intercontinentales MX.Tres de los cinco miembros del Alto Estado Mayor del Pentágono expresaron sus dudas sobre el sistema paquete denso. Una opinión que, posiblemente, conocían los congresistas cuando, hace una semana, rechazaron la petición de Reagan de dotar los primeros fondos para construir los MX. Hoy, el presidente da marcha atrás y deja para el futuro el estudio de cuál será el mejor sistema para la instalación de los MX. De momento, lo importante es que los primeros MX comenzarán a construirse.

Desde un punto de vista político, el nuevo compromiso entre la Casa Blanca y el Senado renueva la credibilidad de Reagan ante los soviéticos. Washington no detiene, por problemas de política interna, su costoso plan de elaborar los MX.

Todo ello en un contexto de firmeza por parte de EE UU a la hora de aceptar nuevas propuestas soviéticas en materia de reducción y control de armas nucleares. Mientras Washington prepara los MX, rechaza, en Ginebra, la nueva iniciativa de Moscú, de reducir a casi la mitad su potencial de misiles de medio alcance. La URSS sugiere reducir en 250 unidades, de las seiscientas actuales, su potencial de SS-20, SS-4 y SS-5, siempre y cuando EE UU desista de instalar los Pershing II y Cruise.

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