Calvo Sotelo considera urgente la construcción de una alternativa progresista al PSOE
"La alternativa al PSOE, que es urgente construir, tiene que situarse en una línea progresista, no más a la derecha de lo que fue la UCD del 1977 y del 1979. De no ser así, nunca se logrará una mayoría", manifestó a Efe el ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo-Sotelo.Tras afirmar que necesita separarse de "la primera fila de la política", Calvo Sotelo confesó que "las gentes se cansan del personaje y hasta yo me he cansado de verme a mí mismo". "Nunca he gobernado bajo presiones; nunca noté el estado de sitio; nunca tuve miedo a un Ejército de uñas; nunca me llegaron esas supuestas uñas dispuestas a arañar", declaró el ex presidente, cuya votación de investidura fue interrumpida por el intento golpista del 23-F.
Acerca de las relaciones UCD-Gobierno, Calvo-Sotelo declaró que "el partido quería mandar en el Gobierno y eso creaba dificultades". Sobre la salida de Suárez de UCD y posterior creación del CDS, Calvo-Sotelo manifestó que "aquél quería volver a la política con un partido suyo, sin problemas internos, sin tensiones y en eso la verdad es que yo le comprendo muy bien.
"Adolfo", añadió Calvo-Sotelo, "no quería que saliera una solución de aquellas reuniones, siempre empezaba diciendo que ya sé que mi propuesta es inaceptable, y realmente lo era, porque lo que pedía era plenos poderes".
De su sucesor en la presidencia de UCD, Landelino Lavilla, declaró no recordar ninguna propuesta, "a no ser que fuera un cambio de Gobierno importante, pero claro a eso yo le pregunté cómo justificar un cambio de Gobierno cuando sólo íbamos a estar ocho o diez meses".
"Landelino se equivocó haciendo una campaña separada del Gobierno. El Gobierno hubiera logrado más votos que el partido, porque siempre hay más gente que vota al poder que la que está harta de él", argumentó Calvo-Sotelo, por entender que quien realmente estaba "quemado" y tenía "mala imagen" era UCD.
Calvo-Sotelo deseó al nuevo presidente del Gobierno que "tenga fortaleza para soportar no sólo las críticas de los periodistas y de la oposición, sino para afrontar esa soledad de quien ha de tomar decisiones", y aseguró que "cuando oí el discurso de investidura de Felipe González creía estar oyendo a veces mi propio discurso".
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