Euskadiko Ezkerra autocritica su política mientras prepara un cambio de imagen

La aprobación unánime del documento presentado por Mario Onaindía -en relación con los resultados electorales y la actual situación crítica del partido- en la sesión del comité central celebrado este fin de semana, podría suponer un primer paso hacia la recuperación de la imagen de Euskadiko Ezkerra, un tanto deteriorada últimamente a raíz de las diferencias contrastadas en su seno. Con la ausencia de los más significados representantes de la tendencia crítica Nueva Izquierda, Euskadiko Ezkerra ha comenzado a perfilar sus previsiones para los próximos comicios municipales, a los que acudirá en solitario.

Las discrepancias existentes en el seno del mencionado partido, que alcanzaron sus cotas máximas cuando sus dirigentes procedieron a valorar el resultado de las pasadas elecciones generales, provocaron las dimisiones de destacados representantes de la tendencia crítica Nueva Izquierda, que entendían que la línea oficial de Euskadiko Ezkerra se escoraba irremediablemente hacia el PSOE.Sin embargo, no todos los miembros de Nueva Izquierda optaron por abandonar los cargos directivos. De hecho, la aparición de un sector moderado, perteneciente también a la mencionada tendencia crítica, que ha preferido permanecer en las filas del partido, así como en sus órganos de dirección, ha supuesto la introducción de un nuevo factor, que podría equilibrar la tensión existente entre las dos corrientes contrapuestas.

Ante la ausencia de los diez destacados dirigentes críticos, que optaron por dimitir de sus cargos, mientras señalaban que "el debate en los órganos de dirección ya es inútil", el documento presentado por el secretario general, Mario Onaindía, fue aprobado.

El comité central de Euskadiko Ezkerra coincidía en señalar, con sólo siete abstenciones, que el carácter presidencialista de la campaña electoral les había perjudicado notablemente; pero el error principal que se reconoce en el documento es no haber sabido captar el estado de ánimo del electorado, ya que el fuerte grado de participación desbordó las previsiones de escepticismo con las que había contado el mencionado partido.

El planteamiento sectorial, insuficiente y poco globalizador de la campaña de Euskadiko Ezkerra, que se centró en la necesidad de establecer una convergencia de los sectores de la izquierda vasca y en la adopción de medidas de gracia en aras a la normalización del país, se soslayan en el documento, como lagunas destacables.

En relación con las negociaciones mantenidas con los ministerios del Interior y Justicia para concretar medidas de reinserción social, Euskadiko Ezkerra considera que no ha sabido orientar acertadamente la explicación del verdadero significado de la voluntad de algunos ex militantes de ETA, que han decidido abandonar sus actividades. "Ha dado la impresión de que se trataba de una liquidación de ETA más que de una recuperación de antiguos miembros que han decidido abandonar la lucha armada", declaraba un destacado dirigente de EE.

Precisamente por las declaraciones realizadas tanto por representantes de la tendencia crítica y por las manifestaciones públicas de Mario Onaindía, el partido recomienda en su documento "prudencia y cautela en declaraciones públicas", a la vez que realiza un llamamiento a la responsabilidad de los miembros de la dirección y de la militancia para que todas las críticas que deban realizarse se canalicen, en primer lugar, en la vida interna del partido.

Por su parte, los dirigentes que pertenecen a la tendencia crítica de Nueva Izquierda, tanto los que han dimitido como los que han preferido permanencer en los órganos de dirección, han comenzado ya a preparar una asamblea, que tendrá lugar el próximo día 18 de diciembre, en la que, por primera vez de forma pública y global, se presentará, probablemente, un proyecto diferente a la actual línea oficial de Euskadiko Ezkerra.