Los 'azules' proponen que Areilza presida una UCD convertida en federación de partidos

La mayor parte de los miembros de la ejecutiva de Unión de Centro Democrático (UCD) estuvieron debatiendo anoche la posibilidad, presentada por el diputado Gabriel Cisneros, -perteneciente al sector azul o martinvillista del partido-, de convertir UCD en una federación de partidos presidida por José María de Areilza, quien no efectuó declaraciones al respecto. No obstante, en UCD se decidió ayer enviarle una invitación especial a José María de Areilza para que pudiera asistir al Congreso con voz y voto. A la hora de cerrar esta edición, aun no había concluído la citada reunión del ejecutivo centrista, si bien las posiciones de la mayoría parecían inclinarse en contra de esta propuesta.

Esta solución fue presentada tras haber planteado el sector azul idéntica propuesta a Justino Azcárate y Josep Tarradellas. Ambas personalidades declinaron la oferta de presidir el partido que hasta hace escasas semanas estuvo en el poder, pero sufrió una estrepitosa derrota, sin precedentes en la historia parlamentaria europea, en las elecciones legislativas del pasado 28 de octubre. Parece que se trata de un último y desesperado intento de evitar una escisión interna que está cantada.El Congreso Extraordinario que UCD celebra hoy en un hotel madrileño, uno de los más decisivos de este partido desde su fundación, en 1977, terminará, muy probablemente, con la escisión entre los democristianos agrupados en la Fundación Humanismo y Democracia -Javier Tussell, Javier Rupérez, Iñigo Cavero, Juan Antonio Gómez Angulo, Alvárez de Miranda y otros- y los azules de Rodolfo Martín Villa, si bien estos últimos cuentan con la particularidad del "despegue" del ex ministro del Interior, Juan José Rosón, quien, en las dos reuniones que celebró el comité ejecutivo del partido tras el descalabro de las elecciones legislativas, mantuvo las mismas tesis que el ex vicepresidente económico, Juan Antonio García Díez, en la actualidad fuera de UCD.

Este último planteó muy serias dudas sobre la conveniencia de mantener el proyecto político de UCD y aplazar la "solución" final hasta el congreso extraordinario de este fin de semana. García Díez planteó entonces que lo mejor sería una " autodisolución digna", sin volver a repetir los espectáculos, casi habituales en UCD, de las querellas internas por el poder. Juan José Rosón apoyó esta postura, rechazada por Landelino Lavilla al considerar que había sido formulada en términos "excesivarnente descarnados". Rosón ha rechazado, por dos veces consecutivas, la propuesta de Martín Villa de que fuera él el candidato alternativo a Landelino Lavilla como presidente de los centristas españoles.

Reunión a puerta cerrada

Quinientos compromisarios van a estar presentes en el congreso de hoy, una reunión extraodinaria que se celebra sin publicidad, sin eslóganes, a puerta cerrada y bajo la losa de la derrota electoral. Es probable incluso que el ex presidente del Gobierno, Leopoldo Calvo Sotelo, se desplace hasta Portugal con su mujer y, por lo tanto, no asista al congreso. De los compromisarios citados, tal vez la mayor parte esté con la postura de Rodolfo Martín Villa, es decir, convertir UCD en una federación de partidos para poder pactar en cada región y nacionalidad con las fuerzas políticas que mas interesen, y oponerse radicalmente al deseo de los democristianos de homologar UCI) con el Partido Popular europeo, operación esta última avalada desde la Fundación Konrad Adenauer.

Este Congreso, que muy probablemente terminará con la escisión entre azules y democristianos de la Fundación Humanismo y Democracia -probablemente Landelino Lavilla no se alinee con ninguna de las dos posturas Í para salvar la supervivencia del Grupo Parlamentario Centrista-, sólo parece iniciarse con un punto común de acuerdo: el pacto electoral con el partido de Manuel Fraga para las próximas elecciones municipales.