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Miguel Boyer estudia hoy el relevo de Fermín Celada en el Banco Exterior

Fermín Celada, presidente en funciones del Banco Exterior de España al haber cumplido la edad reglamentaria de jubilación en esta entidad, aprovechará el almuerzo que los presidentes de los ocho grandes bancos mantendrán hoy con Miguel Boyer, ministro de Economía y Hacienda, para plantearle el problema de su sucesión al frente del octavo banco del país en cuanto a recursos ajenos y el primero en financiación de exportaciones. Todo indica que el actual consejero delegado, Rafael Martínez Cortiña, será quien ocupe el puesto vacante, y el tema que se plantea en la actualidad es quién pasará a ocupar el cargo de consejero delegado, ya que en círculos próximos a la Administración se considera imprescindible que se cubra dicha vacante.El Banco Exterior de España, con un 67% del capital en manos del Estado a través del Ministerio de Hacienda, Instituto Nacional de Industria y Banco de España, será utilizado en los próximos años como un importante instrumento financiero de la Administración como complementario de los demás departamentos dedicados a ello, y se espera que el grupo del Banco Exterior experimente un cierto crecimiento al recibir luz verde para adquirir alguno de los bancos en crisis que están siendo saneados con recursos del Fondo de Garantía de Depósitos.

Aumento del precio del dinero

Al tiempo, es deseo de los nuevos responsables del crédito oficial unir más la actividad del Banco Exterior con la de los demás bancos públicos, integrados en el Instituto de Crédito Oficial, para formar una red bancaria del Estado más potente que haga algo de competencia a la banca privada. Aparte de estas decisiones, se espera que el nuevo Gabinete reoriente el sentido social de las cajas de ahorro, sobre lo que han venido insistiendo a lo largo de toda la campaña electoral.Por otra parte, en diversos medios bancarios se especula en estos momentos con que la decisión del Gobierno de aumentar en un punto el coeficiente de caja va a significar un aumento en el precio del dinero que se presta a empresas y particulares para tratar de absorber la caída de rentabilidad que significa la inmovilización de unos 150.000 millones de pesetas.

Ello se justifica como consecuencia de una posible restricción de la liquidez existente, aunque en círculos de la Administración se niega esta premisa al considerar que van a entrar importantes cantidades de dinero al haberse llevado a cabo la devaluación de la peseta y que el sistema financiero tiene en estos momentos un exceso de liquidez por los fondos adelantados a los bancos en crisis; la retirada de depósitos en estas entidades, que han ido a colocarse en otras instituciones financieras, y el importante vencimiento de certificados de regulación monetaria que se va a producir durante este mes y el siguiente. Por ello, se afirma en estos círculos oficiales, no es previsible que se produzca una elevación en los tipos de interés a corto plazo, aunque se tienen mayores dudas acerca de si será posible mantenerlos a medio plazo.

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