_
_
_
_
_

Piñero y Cañizares valoran el carácter altruista de la Copa del Mundo de Golf

Manuel Piñero y José María Cañizares ganaron el domingo la Copa del Mundo de Golf por equipos, que se disputó en Acapulco. La victoria tuvo mayor contundencia que la que en 1976 lograron Ballesteros y Piñero, y al año siguiente, Ballesteros y Garrido. Además, en la clasificación individual Piñero fue primero, y Cañizares, segundo. Ambos, en su llegada ayer a Madrid, valoraron el espíritu de la Copa del Mundo, "competición que juegan todos los profesionales del mundo sin cobrar nada".

La Copa de] Mundo se instituyó en 1953 como Canada Cup y en 1966 pasó a tener carácter oficial. España ha participado desde la segunda edición ininterrumpidamente, con clasificaciones muy destacadas. El profesionalismo del golf causó en la Copa del Mundo la misma crisis que atravesó la Copa Davis en el tenis: las grandes figuras casi siempre renunciaron a jugar por su país la Copa del Mundo cuando coincidía con torneos dotados de premios en metálico muy fuertes. Este año, por ejemplo, los profesionales más cotizados -Ballesteros entre ellos- jugaron en Suráfrica un torneo que repartía cien millones de pesetas. Los problemas de la Copa del Mundo llegaron el año pasado a su máximo grado cuando hubo que suspenderla por falta de patrocinadores.Este año México se encargó de sacar adelante la Copa del Mundo. Dispuso poco más de ocho millones de pesetas en premios para repartir entre los cuatro primeros equipos y los cuatro primeros jugadores clasificados. Las posibilidades de que resultase rentable económicamente jugar la Copa del Mundo eran escasas para todos.

Esta es la segunda vez que Manuel Piñero contribuye a ganar la Copa del Mundo. La primera vez fue con Ballesteros en 1966; la segunda, con Cañizares. La ausencia de Ballesteros este año, junto con otras primeras figuras, obliga a preguntarse si el resultado hubiera sido el mismo con éstas en concurso. Piñero dice: "En la Copa del Mundo sólo participan dos jugadores por país. En Estados Unidos, como en otros países, hay tal cantidad de excelentes jugadores que nunca se puede saber cuáles son los que están en mejor momento. Sí se puede asegurar que a los que participan no se les puede juzgar de antemano inferiores a los ausentes".

Tanto Piñero como Cañizares llevan ya cerca de veinte años en el golf. Ambos empezaron como caddys. Ahora su compenetración es máxima y en Acapulco estuvo enriquecida por la compañía de Jimmy, un caddy inglés, ya cuarentón, que lleva seis años acompañando a Piñero por el mundo. No hay nadie como él capaz de medir la distancia exacta de cada golpe. Sus consejos sobre cómo jugar algunos tiros resultaron decisivos para alcanzar el triunfo. "Lástima que la figura del caddy esté desapareciendo porque con ella se va la cantera de este deporte. Sin ellos y sin campos públicos no puede vislumbrarse el relevo a la media docena de jugadores que somos en España".

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_