Buenos números musicales
Sexta de las películas que interpretaron juntos Fred Astaire y Ginger Rogers, tubo problemas hasta para encontrar el título definitivo: Swing Time, traducida en España como En alas de la danza, partía de una débil historia, mal resuelta, además, en el guión que escribieron Howard Lindsay y Allan Scott.Tuvo menos éxito comercial que las anteriores aunque el público incondicional de la pareja aplaudió con entusiasmo la media docena de números musicales que ilustran la acción. Los críticos señalaron también la excelente calidad de los bailes y las canciones; los primeros, perfectos en su realización; las segundas, con la suavidad característica de Fred, que supo a lo largo de toda su carrera suplir con oficio sus poco asombrosas condiciones de cantante.
En alas de la danza se emite hoy sábado a las 15
30 por la primera cadena.
Bailando, Ginger Rogers y Fred Astaire no podían ser superados. En alas de la danza, el rítmico Bojangles of Harlem, descubría facetas nuevas en su arte; por contra, el estático Waltz in swinng time les devolvía su familiar esplendor. Es en estos números donde se encuentra lo mejor de la película.
No interesaba la historieta del hombre que abandona a su novia al borde del altar y encuentra en otra mujer (Ginger) la posibilidad de una nueva historia amorosa. Tampoco eran verosímiles sus trampas pícaras para no pagar la suma de veinticinco mil dólares que su frustrado suegro le reclama. Sin embargo, algunos momentos aislados de la trama permitían situaciones divertidas; al menos, las interpretadas por Helen Broderick, lengua viperina que comenta a Ginger Rogers las incidencias de la acción.
En alas de la danza fue dirigida por George Stevens en 1936. El director habitual de la pareja, Mark Sandrich fue sustituido por quien, años después, realizaría, entre otras, la célebre Gigante, última de las películas interpretadas por James Dean.
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