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Crítica:El cine en la pequeña pantalla
Crítica
Género de opinión que describe, elogia o censura, en todo o en parte, una obra cultural o de entretenimiento. Siempre debe escribirla un experto en la materia

El milagro de Malaquías, de los premios al olvido

Bernhard Wicki es siempre recordado por su película El puente (1958) y poco por sus restantes películas. Actor frecuente en numerosas producciones internacionales, tampoco su rostro es identificado con facilidad por los espectadores. Wicki parece ser sólo el legendario director de aquel famoso filme antibélica en el que unos adolescentes debían defender con su vida una absurda posición militar.Sin embargo, el mismo director obtendría al año siguiente el premio del festival de Berlín por El milagro de Malaquías, la película elegida hoy en La clave para ilustrar el coloquio Las profecías del fin del mundo. Fue, por otra parte, una película habitual en los cine-clubes españoles cuando éstos debían alimentarse de películas cultas que no irritaran a los censores.

El milagro de Malaquías se emite hoy a las 19

30 por la segunda cadena.

Novela de Bruce Marshall

La película se basa en la novela del mismo título del escritor católico escocés Bruce Marshall, habitual narrador de historias de sacerdotes que desarrolla siempre con un humor satírico que se prolongó al cine cuando, esporádicamente, se adaptaron sus novelas: El mundo, la carne y el padre Smith, A cada uno un denario y, fundamentalmente este Milagro de Malaquías. Tras la celebración del Concilio Vaticano II, Bruce Marshall orientó su trabajo hacia oportunistas críticas de la Iglesia: los éxitos de ventas eliminaron su ironía.

El milagro de Malaquías narra la actividad de un monje benedictino empeñado en hacer desaparecer el espléndido cabaré Edén, que reúne diariamente a las fuerzas vivas de la ciudad. Logra el curita que ese antro de pecado se traslade mágicamente a un desierto, pero allí, contra su voluntad, continúan reuniéndose los pecadores, estimulados incluso por la exótica localización de su Edén. No le queda al hombre más remedio que devolverlo a su primitivo lugar.

Los actores son prácticamente desconocidos por el espectador español. Bernhard Wicki, viejo actor, supo, sin embargo, desarrollar en ellos sus mejores posibilidades. Han pasado ya bastantes años desde la filmación de El milagro de Malaquías: la proyección de hoy puede ser una dura prueba.

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