La asamblea de artistas e intelectuales del PCE reiteró su petición de que se convoque un congreso extraordinario

La reunión que representantes de la dirección del PCE sostuvieron en la madrugada de ayer con artistas e intelectuales del partido, concluyó con la votación mayoritaria de éstos en favor de que se convoque un congreso extraordinario, se supriman las sanciones existentes, y se llame a participar en la reconstrucción del partido a todos aquellos que se sienten comunistas. Dicha propuesta, votada cuando ya se habían producido diversas deserciones, contó con 35 votos a favor, 13 en contra y 11 abstenciones.

Los representantes de la dirección del PCE, Enrique Curiel, Eulalia Vintró y Adolfo Piñedo, se encargaron de recordar que dicha propuesta no era vinculante, por entender que la reunión no tenía carácter orgánico, ya que, según afirmaron, algunos de los presentes no eran militantes o no pertenecían al colectivo del arte y la cultura. Sin embargo, para algunos de los presentes, dicha heterogeneidad había sido provocada por la dirección del PCE al haber dado un carácter tan amplio a la convocatoria.No obstante, los representantes de la dirección del PCE acordaron acoger la propuesta, a título indicativo, para transmitírsela a sus compañeros de los órganos directivos del PCE. El comunicado de la dirección del Partido Comunista de España difundido ayer no aludía directamente a la propuesta, sino que manifestaba haber recogido las opiniones de la reunión. En dicha nota, amén de valorar como positivo el diálogo y el clima de la asamblea, se reiteraba "la necesidad de enfrentarnos a un debate profundo y sereno que pasará por la Conferencia Nacional y el Congreso del partido".

La mencionada propuesta contó con el mayoritario respaldo del colectivo de artistas e intelectuales que anunciaron el pasado día 11 su intención de abandonar el partido si no se celebraba un congreso extraordinario, y se sumaron a la misma representantes de otros sectores, como la universidad, la abogacía y la informática.

Los proponentes de la misma pusieron gran énfasis en que no se trataba de discutir si ese congreso extraordinario debía tener lugar antes o después de las elecciones municipales, como de que la dirección hiciese ya pública la convocatoria y que, efectivamente, el concurso fuese extraordinario y pudiesen acudir cuantos se sientan comunistas. Los proponentes de dichos tres puntos se negaron a que se votasen por separado, como propuso alguno de los asistentes identificado con la línea de la dirección del partido, ya que consideraban que la recuperación de los alejados y la amnistía de los expulsados era una condición imprescindible para la operatividad del congreso extraordinario. Como algunos de los asistentes reiteraran su intención de abandonar el partido si no se daban estas condiciones, Juan Antonio Bárdem calificó de chantaje dicha postura.

Inminentes abandonos del partido

Con posterioridad a la asamblea, los integrantes del colectivo de artistas e intelectuales se dividían entre quienes, unidos "por un nexo común de cabreo", consideraban cuestión de horas abandonar el partido y esperaban únicamente a tomar una postura colectiva, y quienes deseaban aguardar unos días a ver un gesto por parte de la dirección comunista.En el pesimismo de los primeros influía el hecho de que, a su juicio, Enrique Curiel les hubiese vuelto a contar las mismas razones sobre la inconveniencia del Congreso extraordinario que les expusiera el pasado día 11 Santiago Carrillo, hijo, y que Eulalia Vintró les hubiese acusado de falta de imaginación en sus propuestas en materia cultural.