_
_
_
_

El Barcelona, con su triunfo de ayer en el Bernabéu, otra vez serio aspirante al título

El Madrid no es desde anoche equipo invicto. El Barga es, también desde anoche, otra vez serio aspirante al título liguero. El Barça, que jugó en Madrid con seriedad en su planteamiento y con una gran fortaleza fisica, pudo haber conseguido un triunfo apabullante, porque tuvo las mejores ocasiones para conseguir el gol. El Madrid, desarbolado en su habitual sistema, no supo hacer saltar el cerrojo azulgrana y además no anduvo presto en defensa. Al margen de otras consideraciones extra deportivas hay que afirmar que el Barcelona supo ganar con toda justicia y el público sensato no tuvo más remedio que admitirlo.El Barça inició el encuentro con humildad y sacrificio general. No llegó a Chamartín bravucón y endiosado. No pareció el Barça que se supone. Y fue lo mejor que podía hacer. El Madrid, ante un equipo que prescindió del divismo y actuó coexionado, sereno y firme, no pudo, durante la primera parte, crear una jugada de gol claro. Tuvo varias ocasiones de tanto casi cantado, pero siempre llegó a esa situación embarulladamente.

Más información
El Real Madrid intentará querellarse contra Núñez
El 'manager" de Maradona estuvo a punto de ser detenido

Di Stéfano renunció a poner un perro de presa detrás de Maradona. Gallego se encargó del argentino pero desde muy lejos. Maradona, con espacio libre siempre que recogía la pelota, creó una situación apurada para el qeuipo local. Tras el gol de Esteban hubo cambio en los marcajes y fue Bonet el destinado a perseguir a Dieguito. Gallego se preocupó entonces más de Quini. El Barga desconcertó al Madrid con sus medidas precuatorias. Esteban y Carrasco no salieron al campo con la misión prioritaria de intentar el contragolpe. Para Estaban y Carrasco dispuso Lattek el sacrificado trabajo de no perder de vista a Juan José y Camacho. Los extremos azulgranas retrocedieron más que avanzaron pero impidieron que el Madrid entrara por las alas.

Juan José y Camacho no pudieron ser la alternativa de Juanito e Isidro. Estos, frenados y oscurecidos por Gerardo y Manolo, pasaron casi inadvertidos. El Madrid no tuvo esta vez la potencia atacante de otras ocasiones. Dicho de otro modo, el Barra no fue la Real.

El Barea, replegado pero peleón en todas las parcelas, intentó el contrataque desde la lucidez de Maradona. Cada arrancada del argentino fue un ay para los espectadores. A cada carrera de Diego se sucedió una ocasión de gol. Quin¡ pudo haber sentenciado el partido en el minuto 19, pero disparó sin demasiada fe y Agustín resolvió la papeleta. Algo similar sucedió poco después con Carrasco como protagonista.

De un partido que a los diez minutos todavía no había producido ni un solo disparo a puerta, hubo que contabilizar en el primer tiempo, además de las citadas, tres ocasiones pintiparadas para el Madrid que Alexanco y Manolo desbarataron.

El Barça no varió un ápice su sistema hasta el final del encuentro. Fruto de ese trabajo denodado en defensa fue el mantenimiento de la ventaja adquirida y el aumento de la misma. El Madrid, con escasos recursos para modificar el marcador, se emperrá en levantar balones sobre el área en donde Santillana estuvo en precario porque tanto Miguel como Alexanco le cubrieron perfectamente. El Barça no estuvo en el Bernabéu para lucirse. Defendió su área con uñas y dientes y aprovechó las genialidades de Maradona para vencer. Aunque Juanito obligó a Artola a realizar una parada extraordinaria en las postrimerías del encuentro, fue el Barga quien pudo rematar el encuentro con una mayor ventaja.

El Barcelona, por lo realizado en Chamartín, demostró que tiene un entrenador capaz de plantear el más difícil encuentro de manera adecuada y de preparar a sus hombres físicamente para aguantar el ritmo hasta el final.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_