9.000 damnificados por las riadas se manifiestan en Valencia en petición de juicio a los culpables

Varios miles de damnificados por la riada del río Júcar en las comarcas de las riberas Alta y Baja se manifestaron ayer en una larga comitiva por las calles de Valencia, en señal de protesta por la falta de ayudas suficientes para afrontar la grave situación. La columna de manifestantes se concentró ante el Gobierno Civil, acordonado por la Policía Nacional, para hacer entrega de un escrito al gobernador, José María Fernández del Río, por el que reclaman juicio a los culpables y la reconstrucción ordenada de la zona afectada.

A la cabeza de la manifestación, los damnificados sostenían dos patéticos y escuálidos naranjos de los que arrastró el agua del Júcar y una pancarta de la Coordinadora de Asambleas para la reconstrucción de los pueblos afectados. Seguían innumerables pancartas sostenidas por personas de todas las edades procedentes de los pueblos inundados, que se habían concentrado previamente en la avenida de la Plata, en la periferia de la ciudad, para iniciar a pie su entrada reivindicativa al centro de Valencia. Los organizadores cifraron la asistencia en 9.000 personas procedentes de trece poblaciones.El escrito, que concluye con la exclamación de "no queremos limosnas, queremos soluciones ya", recuerda que 35 días después de la tragedia "no natural, provocada por la rotura de la presa de Tous y reforzada por las barreras artificiales, como son la carretera 340 y la autopista del Mediterráneo, y la vía férrea", y después de constatar "la incompetencia de los organismos ligados a su función", los damnificados reclaman mayor atención a su situación. Exigen de los poderes públicos juicio y castigo de los culpables, reconstrucción y planificación popular de pueblos y campos, rechazan la construcción de una nueva presa, reclaman la gestión y control del dinero para los damnificados, la planificación territorial contra futuras inundaciones, trabajo para todos en sus propias comarcas y, por último, desmantelamiento de la central nuclear de Cofrentes. "La gente de La Ribera", añade el escrito, "sabemos lo que teníamos y lo que ahora nos queda".

Valencia puede quedar sin agua

Por otra parte, los efectos de la rotura de la presa de Tous, desde donde la ciudad de Valencia tomaba el agua para su abastecimiento por medio del canal Júcar-Turia, puede tener serios problemas si no se procede a una fórmula alternativa a la desaparecida presa. Provisionalmente el municipio, después de la riada, tomó el agua de diversos pozos de riego. Esta solución de emergencia ha tenido una duración de dieciocho días y un coste del orden de seis millones de pesetas.El Ayuntamiento de Valencia reclama que el MOPU asuma los gastos previstos para 1982, de 14 millones de pesetas, y para 1983, de ochenta millones, por perjuicios causados "al abastecimiento de agua potable de la ciudad, y que proceda a la rápida construcción de la estación de bombeo, según proyecto aprobado en 1975, que permita elevar del río Júcar al canal Júcar-Turia la cantidad de seis a ocho metros cúbicos por segundo antes de junio del próximo año. De lo contrario, Valencia podría sufrir serios problemas de falta de agua en el verano de 1983.