Blas Piñar, testigo y detractor de la transición a la democracia
Blas Piñar, de 64 años de edad, con unos importantes ingresos por su notaría -en 1978 declaró haber ingresado más de diecinueve millones de pesetas-, ha sido uno de los más destacados testigos y detractores de la transición política española a la democracia. Sin embargo, su autopostulación a garante del ideario del régimen surgido el 18 de julio le había llevado a tener problemas con los dirigentes del mismo.Así, un artículo suyo, titulado "Hipócritas", contra los Estados Unidos publicado en 1957 en el ABC, le costó su cese como director del Instituto de Cultura Hispánica, a pesar de que manifestó que lo había escrito "después de mantener una conversación con Franco en la que él me dijo que los americanos eran unos hipócritas". En fecha tan poco sospechosa de desmantelamiento de dicho régimen como 1966, Blas Piñar, creaba Fuerza Nueva porque "el 18 de julio ni se pisa ni se rompe".
Blas Piñar, que ha intentado remedar las actuaciones de José Antonio, lo que le valió que se le ofertara representarle en la pantalla, posee una especial religiosidad que le permite declarar que "Fuerza Nueva es la voz que actúa en nombre de Dios", al tiempo que acusa de traidores y corruptos a los obispos españoles por pedir el voto afirmativo para la Constitución.
Su nombre, al igual que el de FN, ha aparecido en no pocas ocasiones en la crónica de sucesos. Hubo de testificar con relación la matanza de Atocha -uno de los asesinos era un portaestandarte de Fuerza Nueva-; Emilio Hellín, condenado por el asesinato de Yolanda González, declaró que Blas Piñar estuvo "puntualmente informado".
Aunque ha desmentido su vinculación con todas las intentonas golpistas ensayadas hasta la fecha, ha proclamado virulentamente en ocasiones la necesidad de un cambio de sistema. De este modo, si en noviembre de 1978 afirmaba que "pienso que las condiciones morales de España están justificando un alzamiento en España", tras el intento de rebelión del 23-F declaró que el comportamiento de los asaltantes fue caballeroso y cortés.
Aunque en 1977 agradecía a Dios no haber sacado su escaño por Toledo como senador, en 1979 aseguraba que "la providencia nos ha dado un escaño, y desde ahí vamos a mover a España, a Europa y al mundo". Sempiterno crítico de la monarquía parlamentaría y de la Constitución, prometió esta última como diputado. Ahora hay quien lamenta su decisión de disolver Fuerza Nueva, puesto que preferían tener a esta última como un partido organizado, y por tanto con cabeza visible, que sin ella.
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