Los 'grupos de información laboral' de la policía continúan funcionando
Las brigadas de información existentes en la mayoría de las jefaturas superiores de policía han seguido manteniendo hasta ahora grupos de información laboral, compuestos por los mismos funcionarios que actuaban en el seno de las antiguas brigadas político-sociales, y han venido elaborando regularmente, y con los criterios de antaño, informes policiales acerca de la conflictividad laboral y las actividades de los sindicatos legales, según ha podido saber este periódico de fuentes solventes del Ministerio del Interior.A pesar de peticiones expresas de altos funcionarios de Interior en el sentido de que tales trabajos dejaran de ejercitarse, en muchas ciudades se han seguido manteniendo estos grupos de información laboral. Según altos mandos policiales, "la línea a seguir ahora, por ejemplo, es desarticular ETA, GRAPO, o grupos de extrema derecha, pero no conseguir información de sindicatos legales, cuando ellos mismos facilitan toda la información que se precise sobre todos sus ámbitos".
La causa de que estos grupos de información laboral sigan funcionando se encuentra, según fuentes del Ministerio del Interior, en que los propios gobernadores civiles de algunas ciudades han insistido en que se les diera cumplida información de la actividad laboral, "cuando todo ello puede verse reflejado diariamente en la Prensa". Esta absurda situación se ha producido al procederse a la reorganización general de las jefaturas de cada una de las regiones policiales en que está dividido, el territorio español, momento en que desapareció la Brigada Político-Social y sus competencias que no vulneraban el nuevo ordenamiento democrático originado por la libertad de partidos fueron reabsorbidas por las brigadas de información.
Brigadas político-sociales
Desde el punto de vista operativo, la Brigada Político- Social estaba dividida de acuerdo con dos criterios complementarios: de una parte, existían grupos especializados en cada una de las corrientes políticas ilegales, y de otro, grupos encargados de reprimir las manifestaciones de oposición en cada uno de los ámbitos sociales en que ésta se expresaba. De esta manera, existían siempre, en el seno de las primitivas brigadas político-sociales, el grupo socialista, el grupo comunista, grupos de persecución del anarquismo, del separatismo, etcétera, así como grupos especializados en la vigilancia y represión de estudiantes, laboral, y otros.Al producirse la legalización de la mayor parte de los partidos integrantes de la oposición democrática, el seguimiento y la represión de los mismos dejaron de tener sentido, y los grupos policiales que tenían encomendada esta labor quedaron paulatinamente disueltos. Otro tanto ocurrió con el grupo de estudiantes, al que le estaba confiada la tarea de seguimiento de las acciones entonces ilegales del movimiento universitario antifranquista.
Sin embargo, no se siguió el mismo criterio en lo referente a los antiguos grupos de información laboral, que han continuado desarrollando su labor a expensas del nuevo ordenamiento democrático. Según ha podido saber este diario en medios policiales, los grupos laborales han continuado reuniendo a lo largo de los últimos años material reservado acerca de las actividades de los sindicatos legales, datos en torno a la conflictividad laboral y a la acción sindical desplegada en el interior de las empresas en el ejercicio de los derechos constitucionales, de los trabajadores.
Esta función ha pretendido ser justificada por parte de los responsables policiales con el argumento de que "no se trata de ninguna persecución ni de una vigilancia de actividades legales, sino de suministrar al Gobierno una información indispensable sobre el clima laboral existente en las principales empresas del país". No obstante, las delegaciones del Ministerio de Trabajo en cada provincia vienen desempeñando esta labor y son las reglamentariamente competentes para cumplir este cometido.
En la mayor parte de las ocasiones, la plantilla de funcionarios policiales que desempeñaban anteriormente las tareas de información laboral siguen realizando la misma labor, y los sistemas de comprobación, métodos y criterios de acumulación de material informativo se mantienen inalterados. En este sentido, un responsable policial declaró a EL PAIS que con los nuevos tiempos se han modificado también los sistemas de recogida del material informativo y ya no se consulta solamente a los jefes de personal de las empresas ni se recaban datos acerca de los revoltosos y elementos subversivos, como en el pasado, sino que "se contrasta la información con la otra parte". Dirigentes sindicales consultados por este periódico afirmaron desconocer la existencia de estos servicios de información laboral, a los que calificaron de "anticonstitucionales". Asimismo añadieron que tales trabajos vienen a suponer una mala utilización de los funcionarios y entran dentro del campo de reforma de la Administración.
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