Mejoría en la situación general
Ayer comenzó el principio del fin de las últimas lluvias torrenciales sobre la geografía española. Una profunda borrasca que se formó al noroeste de la península el sábado, y que el domingo se reforzaba hasta la inusual cota de 960 milibares, fue capaz de depositar hasta 400 litros por metro cuadrado en veinticuatro horas en el observatorio de La Molina (Gerona), cifra realmente insólita desde un punto de vista climatológico. Este fenómeno de lluvias torrenciales tuvo ciertos puntos de contacto con la situación meteorológica que dio lugar a las últimas inundaciones de la región levantina. Tales fueron, la formación de una gota fría al norte de la Península, o masa de aire frío en altura (exactamente -24 grados a 5.000 metros), masa que favoreció la condensación del agua contenida en los vientos húmedos y templados de procedencia atlántica. En los mapas previstos para hoy el centro de bajas presiones se encontrará ya muy desplazado al norte de Europa, dejando libre entrada a las altas presiones, lo que hace prever una mejoría en la situación general, aunque sigan los chubascos en áreas del tercio norte del país.
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