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Schuster reconoce en Alemania que está al 60% de su forma

El centrocampista del Barcelona, Bernd Schuster, reconoce en una columna que publica la revista mensual Sport Ilustrierte, que no puede jugar con la selección de la República Federal de Alemania el próximo 17 de noviembre contra Irlanda del Norte, porque "sencillamente me encuentro demasiado débil y sólo alcanzo el 60% de mi forma habitual. Me falta condición física". Mientras tanto, Núñez organizó ayer un encuentro pacifista entre el jugador y el técnico Lattek.

El conflicto entre Schuster y el entrenador Udo Latek ocupó ayer la primera página de algunos periódicos alemanes. El amarillista de Colonia, Express, titula: "Escándalo en Barcelona. ¿Quién se va, Lattek o Schuster?". La información presenta al Barcelona como "el club más rico y más loco de Europa" y da cuenta de una lucha abierta entre Schuster, apoyado por el presidente José Luis Núñez, contra Udo Lattek, a quien apoya el vicepresidente Joan Gaspar. La Prensa alemana apunta que el Barcelona. podría recuperar al danés Simonsen y desprenderse de Schuster. El tema Schuster ocupa también la portada de la revista mensual Sport Illustrierte, con el título: "¿Necesita Alemania a Schuster?". Y un subtítulo que dice: "Contra Irlanda del Norte no jugará y el teatro empieza de nuevo".El mismo Schuster escribe una columna titulada: "Medio Schuster no es una ganancia". El centrocampista dice que mantiene la palabra dada al presidente de la federación de la RFA, Hermann Neuberger, y al seleccionador Jupp Derwall en Barcelona, de "jugar para Alemania cuando esté al ciento por ciento en forma". Schuster escribe que durante la temporada española es imposible recuperar la forma perdida, "porque tenemos un partido cada tres o cuatro días y además la Copa de Europa. Los últimos veinte minutos de partido son para mí una tortura. Yo me aprieto los dientes, porque sé que el Barcelona me necesita".

Schuster se manifiesta contrario a jugar ahora en la selección de la RFA, porque "medio Schuster no mejora la selección. Yo quiero volver como un refuerzo, y no como uno más". El futbolista alemán escribe que se alegra de volver a la selección, porque desde la marcha de Breitner el ambiente es bueno y parecido a cuando, en 1980, consiguieron el Campeonato de Europa de Naciones en Roma. Schuster explica que uno de los motivos de su enfado con el seleccionador Derwall fue que tuvo la sensación de que Breitner mandaba mucho en el equipo. "Yo siempre dije antes del Mundial que el estilo de Derwall tenía que ser más autoritario, o si no, le tomarían el pelo".

Director en la selección

En su columna, Schuster dice que está dispuesto a asumir el papel de director en el centro del campo de la selección, "el mismo que represento aquí en Barcelona", sin que nadie tenga que ocuparse de trabajar para él. Asegura el rubio centrocampista que "no es mi estilo meterme en los asuntos del entrenador. Los que me conocen saben que soy un solitario que busca su tranquilidad en el campo de entrenamiento y no me va el papel de estrella". Schuster considera superflua una discusión sobre su papel en la selección como jefe en el centro del campo y pide tres cosas:1. Comprensión para el aplazamiento de su retorno a la selección.

2. Que en el equipo se haga borrón y cuenta nueva sobre el pasado.

3. Que la Prensa le trate, con corrección y no traten de "ponerme en fuera de juego cada vez". El conflicto de Schuster con la selección nacional empezó el 19 de mayo de 1981 en el partido amistoso RFA-Brasil, en Stuttgart. Después de dos partidos brillantes de Schuster en la selección, aquel día contra Brasil, Breitner y él no se entendieron. Daba la impresión de que Breitner no le daba juego, como si temiese que Schuster le fuese a quitar el papel de director de orquesta.

Aquella noche se armó el jaleo cuando Schuster no fue a una fiesta en la nueva casa del centrocampista Hansi Mueller y prefirió quedarse con su mujer, Gaby. Schuster alegó que al día siguiente tenía que volver a las seis de la mañana, parajugar con el Barcelona. Derwall llamó a la habitación de Schuster en la madrugada y tuvo un enfrentamiento con Gaby. Allí se rompieron las relaciones.

Después vinieron los intercambios de injurias entre Breitner y Rummenigge, por un lado, y Schuster por otro. El mal juego de la selección en el Mundial de España, a pesar del vicecampeonato y la retirada del equipo nacional de Breitner y Magath, plantearon la necesidad de recuperar a Schuster.

Derwall se oponía, pero el, presidente de la federación, Neuberger, se impuso y obligó a Derwall a viajar a Barcelona con él para pedir a Schuster el retomo a la selección. Esto es algo insólito en la historia del fútbol alemán, Sport Illustrierte escribe que esto no ocurrió ni con Fritz Walter y Sepp Herberger y tampoco con Helmut Schoen y Uwe Seeler o Guenter Netzer. Los críticos se preguntan ahora en qué situación queda Derwall después de su viaje a Canossa (Barcelona). Sobre la vuelta de Schuster a la selección hay un debate abierto: el capitán, Rummenigge, tuvo una entrevista con Schuster en La Coruña, durante el Torneo Teresa Herrera, y parece que se entendieron bien e hicieron las paces. Por aquellos días se llegó a decir que Schuster podría ser el sustituto de Breitner en el Bayern Munich.

Ahora parece más probable que acabe Udo Lattek en el banquillo de entrenador del Bayern. Lattek ya entrenó al Bayern en los días gloriosos de las tres Copas de Europa y se entiende a la perfección con el gerente del equipo, Uli Hoeness. Rummenigge no se explica que Schuster arme tanto jaleo sobre su retorno a la selección nacional y cree que esto supondrá una enorme tensión psicológica, pero le considera un refuerzo para el equipo, "absolutamente necesario para el centro del campo, donde tendrá la ventaja de que nadie estará detrás de él". Rummenigge considera a Schuster "una personalidad menos dominante que Breitner fuera del terreno de juego", y aseguró que "le recibimos con los brazos abiertos, sin reservas". La opinión de viejas glorias futbolísticas no es tan positiva sobre el retorno de Schuster. El ex capitán de la selección Uwe Seeler opina que "como futbolista le vendría bien al equipo nacional, pero tener que ir detrás de él a España es algo que nunca ocurrió en el fútbol alemán. Schuster tenía que haber dado el primer paso". El legendario portero Sepp Maier dice que "bajo las actuales circunstancias no le necesitamos. Un tipo de veintiún años no puede decir «éste juega ahí y este otro ahí». Además, Schuster estuvo lesionado y ahora tiene que demostrar que está en forma. Después se podrá hablar de ello. Habría sido más necesario que Neuberger hubiese ido a hablar con Beckenbauer antes del Mundial de 1978 en Argentina, que ahora con Schuster. Alemania no necesita al señor Schuster".

Como dice sport Illustrierte, "el teatro continúa".

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