Los perdedores en las elecciones abren esta semana severos 'períodos de reflexión', preludio de cambios importantes
El cambio, en el más amplio sentido de la palabra, comenzará esta semana, en la que los partidos políticos perdedores en las elecciones legislativas abrirán severos períodos de reflexión, que, en algún caso, pueden significar radicales transformaciones internas. Mientras, el más completo silencio sigue caracterizando la política informativa tanto del partido ganador como del principal partido de la oposición, si bien Felipe González y Manuel Fraga preparan sendas conferencias de Prensa para los próximos días.
"A tus órdenes, presidente". Con estas palabras, Felipe González, secretario general del PSOE y candidato seguro a la presidencia del Gobierno, se despedía, el pasado día 27, jornada de reflexión, del que ya era virtualmente su antecesor, Leopoldo Calvo Sotelo. Ambos habían acudido, junto con los líderes de las restantes formaciones políticas importantes, a entrevistarse con el Rey. Para nadie pasó desapercibida la fórmula, cortés y humilde, con la que el seguro triunfador de las elecciones del día siguiente se despedía del seguro gran derrotado, jefe del Gobierno en la actualidad.La primera entrevista de transmisión de poderes entre ambos tuvo lugar el pasado viernes. La segunda podría ser el próximo miércoles, un día después de que el comité ejecutivo del PSOE haya analizado las previsibles consecuencias de su abrumadora victoria. No se descarta que, en el curso de esta reunión de la ejecutiva socialista, habitual todos los martes, comience a desvelarse el gran misterio: la posible composición del próximo Gabinete. Las más variadas quinielas de ministrables han comenzado ya a correr por los medios políticos, e incluso han sido publicadas en algunos periódicos. Pero lo cierto es que el tándem González-Guerra mantiene un total secreto al respecto.
Preocupación por el hundimiento del centro
Tampoco pasó inadvertido, a los líderes de los restantes partidos que habían acudido a La Zarzuela, el hecho de que Felipe González y Landelino Lavilla se rezagasen un tanto, para comentar algo entre ellos. Medios competentes creen saber que, desde la noche electoral, ambos han hablado largamente por teléfono al menos dos veces. En la sede del PSOE se comenta abiertamente la preocupación que el hundimiento del centro causa entre los dirigentes socialistas, mucho menos inquietos, por el contrario, por lo que pueda ocurrir en las filas del Partido Comunista.
Pese a las rumoreadas ayudas que el PSOE pueda ensayar hacia la UCD, lo cierto es que cada día crece la sensación, en las propias filas centristas, de que la cohesión del partido en el poder se encuentra en creciente peligro, pese a la buena intención mostrada por el presidente ucedista, Landelino Lavilla.
La reunión que el jueves celebrará el comité ejecutivo de UCD podría ser clave para conocer cuáles son las intenciones últimas de algunos de los que han obtenido un escaño bajo el pabellón centrista. Los primeros análisis apuntan a un renacimiento de las tensiones entre los sectores democristiano y azul. Ante una posible confrontación, se reconoce que el hecho de que hombres como Rodolfo Martín Villa, Eulogio Gómez Franqueira, Pío Cabanillas, Jesús Sancho Rof o Gabriel Cisneros ostenten casi la mitad del total de escaños logrados por UCD, concede ventaja inicial a los azules. Martín Villa propuso, a comienzos del mes de agosto, un pacto prelectoral con Alianza Popular. Por lo que se refiere a Marcelino Oreja, que obtuvo su acta de diputado en Alava formando coalición con AP y el PDP, todos los indicios apuntan a que está recibiendo ya fuertes presiones procedentes del partido de Oscar Alzaga para que inicie unafuga.
La ejecutiva socialista no dejará de valorar estos datos a la hora de analizar cuál puede ser la contribución del PSOE para evitar la desaparición física del colchón centrista. Pese a sus ofertas de colaboración desinteresada, el exiguo resultado obtenido por el Centro Democrático y Social de Adolfo Suárez hace que este grupo apenas cuente.
Un miembro de la dirección socialista comentó recientemente que el PSOE se enfrenta ahora a una doble tarea, que continuará debatiéndose el próximo martes: primero, la formación del nuevo Gobierno y la definición de prioridades para el funcionamiento del Ejecutivo; en segundo lugar, la adaptación del propio partido a nuevos esquemas, adecuados a la realidad actual. La Conferencia de Organización del PSOE, que se reunirá probablemente a mediados de noviembre, será la encargada de la renovación de la estructura interna del partido: reconocimiento de tendencias -no corrientes organizadas-, entre ellas la socialdemócrata; normas para facilitar la entrada masiva de mil¡tantes, etc. Esta Conferencia implicará que nuevos miembros del partido serán promovidos a tareas de responsabilidad.
El PCE, ante una situación "a la griega"
Por lo que se refiere a las reacciones que la derrota puede provocar en el seno del PCE, la reunión de su propia ejecutiva, también el martes, se presenta ciertamente tormentosa, lo mismo que la sesión extraordinaria del Comité Central, previsto inicialmente para el próximo sábado. Los pésimos resultados obtenidos por el PSUC, en el que Santiago Carrillo cifraba sus mayores esperanzas para librarse de un desastre total, hacen renacer en el cuartel general de la calle Santísima Trinidad el fantasma de los prosoviéticos.
No se olvida que es precisamente en el terreno del PSUC, con la escisión de Pere Ardiaca y los componentes del Partido Comunista de Cataluña, donde estos prosoviéticos se muestran más fuertes y donde, por consiguiente, parecen haber sustraído más votos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.