La desintegracion de UCD puede desequilibrar las fuerzas en el Parlamento del País Valenciano
La victoria socialista en el País Valenciano ha sido apabullante al pasar de tener trece escaños de diputado, obtenidos en 1979, a dieciocho. El voto centrista ha quedado en lamentable situación, a excepción de Castellón, donde mantiene entre el 12% y el 13% de los votos emitidos, al no conseguir ningún escaño, mientras los comunistas mantienen uno en Valencia de los tres que tenían antes en la región.Por otra parte, los resultados subrayan el incremento enorme del voto de Alianza Popular, que concurría en coalición con Unión Valenciana, formación regionalista, además de con el PDP, pues de no tener diputados, ha pasado a disponer de diez, cinco de ellos en la circunscripción de Valencia. El voto de AP no resultó de todos modos tan alto como el registrado en otras regiones españolas. Otro dato a reseñar es la ausencia de los nacionalistas de Unitat del Poble Valenciá en el balance favorable de las elecciones.
La sincronización de estos datos con la actual composición del gobierno y parlamento regionales es uno de los aspectos políticos más relevantes de analizar tras la jornada del 28-0. El país valenciano cuenta con un gobierno autónomo, en el que la igualdad de votos entre UCD por una parte y PSOE y PCPV-PCE por otra, se resuelve con el voto de calidad de su presidente centrista, Enrique Monsonís. Por otro lado, la asamblea provisional, que es la cámara legislativa valenciana, formada según la proporción de los votos alcanzados en 1979, tiene por el contrario la mayoría del PSOE. Los socialistas junto con los votos del PAD y del PCE eligieron a Joan Lerma, presidente de la Generalitat, elección que no se ha hecho todavía efectiva por impugnar UCD aquella votación. En esta asamblea UCD es la segunda fuerza política.
Los criterios del PSOE para resolver esas cuestiones horas después de la jornada electoral, eran bastante precisos. Joan Lerma, secretario general del PSPV-PSOE, que manifestó preferir una oposición de derecha más conservadora que el franquismo de Alianza Popular, declaró su intención de hacer efectiva su toma de posesión de presidente de la Generalitat y ceder su escaño de diputado, el primero por Valencia, al número diez de la lista. A renglón seguido formaría el gobierno regional, que según adelantaba a EL PAIS Antonio Sotillo, número dos del partido socialista, que podría concentrar las carteras en los consejeros socialistas y dejar sin competencias a los restantes consejeros de UCD y PCE ya que en las generales no han recogido el voto popular.
Según el estatuto, el Gobierno regional y la asamblea provisional deben mantener la proporcionalidad de los resultados de las elecciones de 1979 hasta que se proceda a convocar las primeras elecciones autonómicas. Todo ello parece resolverse con una convocatoria de las elecciones regionales junto con. las municipales para el 3 de abril, en opinión de los socialistas, además de contemplar el apoyo electoral a Alianza Popular, partido que no está representado ni en el Consell ni en la Asamblea.
Manuel Giner, número uno de AP por Valencia reconocía que "el mapa político ha cambiado y las instituciones políticas, con enorme provisionalidad, ya no representan al electorado, lo que exige acelerar la convocatoria de elecciones regionales y municipales". Por su parte, Enrique Monsonís (UCD), que, según Sotillo, debería presentar la dimisión tras la derrota de su partido y la pérdida de su escaño parlamentario, reconocía que "si los valencianos no votan UCD es normal que no tengan un Gobierno de UCD".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.